¿Cómo aprendemos? ¿Cómo podemos saber qué conocimientos realmente tenemos asentados y cuáles no? Descubre más sobre el proceso de aprendizaje y hazte una auditoría de conocimiento personal con el modelo que presenta en este artículo Fernando de la Rosa, experto en Marketing Digital y fundador de Foxize:
Hay una conversación que se está volviendo habitual con colegas de profesión: qué difícil es adquirir nuevos conocimientos. Seamos honestos, un porcentaje muy alto de lo que oyes en conferencias ya te suena. Miras vídeos y lees artículos que hablan un poco de lo mismo. Asistes a cursos y cada vez te aportan menos. Si eres un profesional conectado y al día, entenderás a lo que me refiero.
Si te has sentido identificado, creo que necesitas focalizarte. Para aprender cosas nuevas hay dos cuestiones imprescindibles: primero, saber lo que realmente sabes y segundo, tener claro lo que te gustaría aprender.
Hoy voy a compartir un ejercicio muy básico que he experimentado personalmente: una auditoría de conocimiento personal. Si realmente te interesa aprender, deberías ser capaz de contestar a una pregunta muy simple: ¿Y tú cuánto sabes?
Contexto de aprendizaje
El mundo de la formación ha cambiado de forma radical con la llegada de las nuevas tecnologías pero a pesar de ello, la oferta formativa apenas ha cambiado. Para entender el cambio es muy relevante comprender primero las claves.
1. No es lo mismo formarse que aprender
Parece una obviedad pero no por ello es menos relevante. Como bien dijo @elazcanor: “Puedes formar a un perro para que hable inglés, otra cosa muy diferente es que llegue a aprenderlo”. El proceso de aprendizaje es un trabajo personal de conectar lo que sabes con lo que recibes. Ante este proceso individual es terriblemente complicado ayudar a la gente a aprender si no sabes su punto de partida.
2. Infoxicación
En un mundo con una creciente sobrecarga de información, debemos gestionar nuestra dieta de información para no caer en la llamada ‘infoxicación’. Este término fue acuñado por Alfons Cornella hace más de 20 años, y se refiere al estrés fruto de la gran cantidad de información que recibimos. Como emisores de información que somos todos, hoy más que nunca tenemos una responsabilidad enorme para ayudar a aprender: necesitamos menos información pero más relevante.
3. Sobre el criterio
No es difícil estar informado en los tiempos que corren. Otra cosa muy diferente es entender la información, formarse un criterio propio, y evaluar si lo recibido es cierto o no. La transformación de la información y asimilación requiere síntesis y puesta en práctica. Mi blog es mi mejor herramienta para darle forma a mi criterio. Si no eres capaz de compartir lo recibido y explicar lo que sabes, probablemente no lo has asimilado del todo.
4. La variable clave del aprendizaje: la motivación
Se habla mucho de aprendizaje, pero poco (muy poco) de cómo se produce. Creo que uno aprende lo que le motiva. Aquello que no motiva, cuesta y en general, se olvida. Para saber lo que quieres aprender, primero debes comprender lo que realmente te motiva. No me refiero a los temas, sino a la razón que te impulsa: ¿Por qué te motiva aprender esa temática? Sin saber la razón principal es muy difícil que aprendas.
5. Cuanto más sabes, más esfuerzo tienes que hacer para aprender
Cuantas más cosas sabes, más esfuerzo necesitas hacer para aprender cosas nuevas. De hecho, muchas veces lo que aprendes no es lo que te explican, sino las conexiones entre lo que te explican y lo que ya sabes. Es decir, necesitas conectar de forma “lateral”. Escuchar y oír sobre otros temas que no están relacionados con tus conocimientos es la mejor manera de crear nuevos aprendizajes en tu área.
Ante este contexto creo que es crítico hacer un trabajo personal sobre las cosas que sé y las cosas que me interesan. Fruto de este trabajo personal he desarrollado la auditoría de conocimiento. Si no quieres hacer esta auditoría, siempre puedes ir a los test de Foxize y evaluar tu conocimiento de forma rápida.
Auditoría de conocimiento
Este es el resultado del proceso que a continuación explicaré en 4 pasos:
Paso 1: Temas que dominas
La hipótesis básica en la que me he basado para poder estructurar la auditoría de conocimiento es simple: “Tú sabes lo que eres capaz de explicar y compartir”. Si no eres capaz de compartirlo es que no lo tienes asimilado.
En mi caso, comparto conocimiento a través de dos caminos básicos:
- Los cursos que doy y tengo preparados. En la actualidad sólo imparto clases dentro de Foxize
- Las cosas que escribo en mi blog Titonet o aquellos temas que estructuro en mis presentaciones.
Paso 2: Agrupación por áreas
He estructurado mi conocimiento basándome en las siguientes categorías:
1. Visión estratégica: conocimiento que ayuda a anticiparse.
2. Modelos: técnica para estructurar procesos de trabajo y dotar de metodología la toma de decisiones.
3. Educación: elementos vinculados en la mejora del aprendizaje de las personas y los posibles modelos de educación del futuro.
4. Habilidades: lo que sé hacer y está incorporado en mis hábitos de trabajo.
5. Emprendimiento: he creado 4 negocios y creo que alguna experiencia tengo al respecto.
6. Valores & principios: aquellos elementos que son la base de mi comportamiento. Corresponden a los valores básicos e innegociables de mi personalidad.
Paso 3: Grado de profundidad
Una vez tengo el listado de temas, empiezo a analizar cuáles son los que tengo perfectamente consolidados, aquellos que tengo a medias y aquellos de los que sólo tengo un primer acercamiento.
En base a esta distinción he marcado los temas con diferentes colores: gris para los que conocimientos consolidados y blanco para los que están en proceso.
Paso 4: Prioridades
El último paso es señalar en rojo aquellos temas prioritarios en los que me gustaría profundizar durante los próximos meses. Gracias a este mapa, puedo dirigir mi foco a temas de modelos colaborativos, analítica, aprendizaje & gestión de redes y ecosistemas.
Gracias a estos pasos he creado la auditoría de conocimiento personal. El software que he utilizado es Simplemind, pero os puede servir cualquier software de mapas mentales.
Reflexiones
Algunas ideas que me gustaría compartir del proceso de auditoría de conocimiento:
1. Tengo un total de 20 temas estructurados en formatos de 3-5 horas. Esto equivale a tener estructuradas entre 80 y 100 horas de conocimiento. Además, me gustaría dar un salto en 5 temas en los próximos meses, lo cual me parece un ritmo razonable de adquisición de conocimientos.
2. Mi perfil de conocimiento es de una persona técnica: tengo más conocimiento estructurado en modelos que en el resto de categorías. Necesito modelar mis experiencias para entenderlas.
3. Creo que todos los profesionales del conocimiento deberíamos tener un mapa de conocimientos como punto de partida básico para aprender mejor y para poder focalizarnos en lo que queremos aprender.
4. Estaría muy bien tener un mapa comparativo a lo largo del tiempo sobre los temas que vamos aprendiendo. De hecho, revisando mi blog me encontré que ya había hecho un primer acercamiento a una auditoría de conocimiento en el año 2011. En aquel entonces, sólo tenía estructuradas 4 sesiones de 3 horas (12h).
5. Para entender las claves de cómo aprendo sería relevante poder estructurar mi modelo de aprendizaje. Pero una de las piezas principales que he tenido ha sido crearme el hábito de ir a clase una vez al mes. Sí, Foxize me ha ayudado mucho y es por eso que creo que estamos trabajando sobre un modelo de aprendizaje y no de formación.
Sobre el autor de este artículo
Fernando de la Rosa (@Titonet) es fundador de Foxize, plataforma líder en el mercado de cursos y programas presenciales de Marketing, Comunicación y Negocios. Ha trabajado durante más de 14 años para grandes marcas y pequeñas empresas ayudándoles en su traducción al mundo digital. Puedes leer sus reflexiones en su blog Titonet.com.
