A pesar de que no han pasado más de 24 horas desde que el parlamento francés aprobara la ley que regula la actividad de los influencers, desde la Dirección General de Consumo y Represión de Fraudes galo (DGCCRF) ya se han sancionado a dos de estos profesionales por haber realizado prácticas comerciales engañosas.
La forma elegida para ello ha sido la técnica del name and shame (nombre y vergüenza, en español), a través del cual se obliga a los influencers a publicar durante 30 días las publicaciones que realiza el DGCCRF y que expone las medidas que ha infringido el influencer. Una manera, recuerdan desde el Ministerio de Economía y Finanzas, de “recordar la ley e invitar a los usuarios a que estén alerta”.
Desde el ministerio informan que hasta 30 influencers – de los 150.000 profesionales contabilizados en el país-, podrían estar obligados a publicar las publicaciones del organismo en los próximos 30 días. De momento, se han sancionado de esta manera a dos: Simon Castaldi (342.000 seguidores) y al actor y cantante Illan Castronovo (2,2 millones de seguidores). Se espera asimismo que lleguen más sanciones en los próximos días.
Ley de influencers
El 1 de junio, el parlamento francés aprobó la ley que regula la actividad de los influencers, en trámite parlamentario desde el pasado marzo. La norma define la profesión de influencer y las reglas a las que se debe someter su actividad, ante la promoción de estafas o actividades fraudulentas por parte de ciertos creadores de contenido, recogidos por el DGCCRF a comienzos de año.
En concreto, la nueva ley prohíbe a los influencers franceses promocionar productos farmacéuticos, dispositivos médicos o cualquier acto de cirugía; así como apuestas deportivas, la inscripción a formaciones profesionales o juegos que impliquen desembolso de dinero, dirigido a menores.
Según cálculos del ministerio, la norma afectaría a los 150.000 influencers de Francia, procedentes de plataformas como Instagram, Youtube o TikTok.