A la hora de decidir qué ordenador, smartphone o tableta comprar, la generación alfa parece resultar el mejor público al que pedir consejo. Así lo ve el 41,3% de padres y madres españoles que, a la hora de adquirir un dispositivo electrónico, ha tenido en cuenta la opinión de su peque menor de 10 años.
De acuerdo con los datos que arroja el estudio ‘Entendiendo la generación Alfa, ¿qué tienen que decir los padres?’ de la agencia de comunicación Hotwire, hay progenitores que optan directamente por preguntarles qué aparato quieren que compren. En concreto, un 14,7%.
Un patrón que también se repite a nivel global. El informe, que ha tenido en cuenta la opinión de padres y madres de ocho países – como Reino Unido, Francia, Estados Unidos o Alemania-, señala que dos de cada tres progenitores confiesa que los hábitos y necesidades de sus hijos han influido en su última compra.
Los menores nacidos a partir de 2010 han logrado de igual forma que sus padres se descarguen aplicaciones nuevas, como Tik Tok – la antigua musical.ly- o Instagram. En este último caso, en España el 22,10% de mamás y papás admite habérsela descargado. Le sigue Facebook (21,6%) y Youtube (21,6%).
Aunque no todos los padres están dispuestos a adquirir la aplicación que emplean sus hijos para ver cómo funciona. Los peques cuyos progenitores pertenecen a los llamados millenials resultan más propensos a descargarse estas apps que los padres baby boomers. Así, el 62% de los padres entre 20 y 25 años se las instalan en su teléfono. Ese porcentaje se reduce al 37% en el caso de los padres y madres mayores de 51 años.
A nivel global el 27% de los encuestados declara que se ha descargado o vuelto a descargar la app de Facebook en el último año porque sus hijos ya contaban con un perfil o querían empezar a utilizar la red social. No obstante, dice el informe, los expertos aseguran que la generación alfa no emplean tanto las redes sociales y sí los chats de videojuegos y aplicaciones menos conocidas como Tik Tok.
Generación alfa: niños tecnológicos, pero niños
El estudio señala, de igual forma, la preocupación que sienten los padres por el uso que hacen sus hijos de la tecnología. En concreto, un 70% de los encuestados considera como aspecto negativo de la misma el tiempo que pasan los peques delante de una pantalla. De acuerdo con Ludi García, directora de la agencia, dicha intranquilidad se manifiesta sobre todo en los padres baby boomers.
Para Blanca Rabena, directora de Viewin – y ponente en la presentación del informe-, en lugar de limitar el uso de la misma a los peques, los padres deberían aprovechar la oportunidad. “No tanto limitar, sino que sepamos compartir esa experiencia con los hijos, y que ésta sea una experiencia constructiva”, ha indicado a IPMark.
Algo en lo que también está de acuerdo Íñigo Gómez, jefe de publicidad de Movistar España, quien añade además la responsabilidad que tienen los proveedores de tecnología en garantizar que ese uso se realice de la mejor forma posible. “Justo esos niños están en unas edades en las que se construyen su identidad digital y tenemos que estar ahí, ayudándoles”.
Según datos del estudio, el 42,7% de los padres entrevistados cree que, a la hora de pedir regalos, son los amigos de sus peques los que influyen en su decisión. Un 21,4% piensa que son los anuncios de la televisión, mientras que un 12,2% achaca la responsabilidad a los influencers. Precisamente, un canal más de comunicación que las marcas deben tener en mente a la hora de alcanzar al público infantil. Porque, como indica Gómez, “cuando un niño habla con otro niño, estos tienen un lenguaje común”. Y añade que resulta conveniente cuidar la forma en la que las marcas se dirigen a él. “Sabemos que los niños son unos usuarios, unos clientes y unos consumidores, pero tenemos que tratarles como tales”.