En la lista corta, además de la red ganadora, figuraban nombres como los de Havas, Leo Burnett y Saatchi&Saatchi. Se trata de una campaña global de 360 grados, destinada, según ha explicado el presidente del COI, Jacques Rogge, a involucrar a la audiencia joven en los Juegos Olímpicos y en sus valores de excelencia, amistad y respeto, con el fin de asegurar el futuro del movimiento olímpico.
Poco podemos decir de la campaña, sobre la cual en Sra. Rushmore, agencia que ha liderado el proyecto ganador, guardan, como es natural, un riguroso secreto. Salvo que comprende acciones en televisión, online, de marketing viral y experiencial, y actividades de relaciones públicas. Muy bueno debe de ser el trabajo cuando el presidente de la Comisión de Marketing del COI, Gerhard Heilberg, se ha hecho lenguas del mismo.
Enhorabuena a Sra. Rushmore por la parte que le toca. La agencia española no sólo ha liderado el proyecto, sino que su aportación ha sido determinante. Una vez más se demuestra, y no es un fenómeno de ahora, que muchos grandes anunciantes, especialmente aquellos más sensibles a la creatividad, encargan sus estrategias creativas a estructuras ligeras, lejos de los grandes mastodontes publicitarios. Antes se hablaba de boutiques creativas.
Y enhorabuena a la publicidad española. El COI es un anunciante emblemático y una de las marcas más conocidas del mundo. Quiérase, o no, también la publicidad de este país se beneficia de estos triunfos internacionales. Gracias, Sra. Rushmore.
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