Afortunadamente no se cumplieron las previsiones más pesimistas en el sentido de que robasen lectores a los diarios de pago, pero tampoco parece que se vayan logrando las más optimistas de que pudiesen constituir un caladero donde pescar nuevos lectores y compradores para el medio.
El año 2006 puede considerarse de transición, pues, aunque tuvieron lugar las elecciones municipales, no parece que lograsen despertar el interés y los crecimientos que suelen llevar consigo los comicios generales. El buen momento económico del país se refleja en cambio en un crecimiento significativo de la inversión publicitaria en el medio, que, si bien no es espectacular, un 7,7%, sí puede considerarse positivo dado el descenso que sufre tanto en audiencia como en difusión. Sin duda la batalla de las eléctricas y su plasmación en la prensa en forma de publicidad influyó en el crecimiento de la inversión.
Según la OJD, en 2006 se vendió diariamente un promedio de 3,95 millones de ejemplares diarios, por lo que se ha roto a la baja la barrera psicológica de los cuatro millones logrados un año antes. A esta cifra hay que sumar otros 3,9 millones de ejemplares de los diarios gratuitos, también con un mínimo descenso respecto al año anterior.
En cuanto a audiencia, un total de 15.668.000 personas declaran leer los diarios en el 2006 según el EGM (año móvil de abril de 2006 a marzo de 2007), aumentando muy ligeramente sobre el año anterior, atribuible sobre todo a las cabeceras gratuitas.
Con todo, el reto de los diarios es lograr captar nuevos lectores y compradores jóvenes, pues son los que deben hacer crecer o al menos mantener el medio en el futuro. Y es una lucha cada vez más difícil de ganar, si se siguen los datos de audiencia del EGM, que reflejan un año más cómo el porcentaje de jóvenes lectores menores de 24 años sigue una clara tendencia descendente cada vez más acusada.
Claro que, si los jóvenes no parecen convencidos de comprar el diario en papel, es más que posible lo consultan en Internet, donde los diarios han logrado convertirse en los medios de información de referencia actualizados durante las 24 horas, aunque eso sí, de acceso totalmente libre y gratuito, una vez que los intentos por cobrar fracasaron estrepitosamente. Convertidos así en diarios gratuitos que buscan los ingresos a través de la publicidad, la lucha ahora se plantea por la audiencia, por atraer el mayor número de lectores. Aunque en este caso el problema es lograr una fuente consensuada y fiable para todo el sector, algo que parece complicado a corto plazo, ya que los sitios con mayor número de accesos optan por disponer de datos absolutamente distintos al medir cosas diferentes y con metodologías no comparables.
De hecho, el diario líder de información general de pago, El País, ha pasado los últimos meses en una lucha abierta con el segundo, El Mundo, debatiendo los datos de difusión tanto del periódico en papel como de usuarios de Internet. Actualmente, a finales de 2007, la prensa diaria vive posiblemente una de las etapas más interesantes de los últimos años, con la aparición de un nuevo diario que se presenta ideológicamente como de izquierdas, Público; y los rediseños del líder, El País, que incluso ha cambiado su lema histórico de Diario independiente de la mañana por El periódico global en español, y de La Vanguardia. Las elecciones previstas para marzo del 2008 sin duda lograrán atraer el interés de muchos lectores por el medio, que puede aprovechar para intentar fidelizarlos de cara al futuro. G