La tipografía es el elemento principal de la comunicación escrita. Transmitir la propia imagen a través de la comunicación empresarial es un gran reto para todos. En nuestros tiempos y con los medios digitales y de Internet existentes, la escritura sigue siendo el transmisor de información más importante y por lo tanto también el medio más diferencial para la creación de la imagen de la empresa.
Hoy más que nunca los negocios deben involucrar a la tipografía para lograr una mayor diferenciación de sus identidades, productos y servicios.
Realmente la tipografía tiene una magia especial, es humilde en su propia presencia aunque puede ser portadora del mayor orgullo. Su presencia es para todos nosotros una necesidad que trasciende en el lenguaje, es nuestro propio pensamiento, somos nosotros mismos manifestados de mil formas diferentes.
Formal o pretenciosa. Dinámica, llamativa o conservadora. No olvidemos que las tipografías que usemos proyectarán buena parte de nuestra imagen y pueden potenciar o interferir el mensaje según lo elijamos. Conviene evitar lo que ya está muy visto. Una tipografía que todo el mundo usa hace que nuestros documentos no posean elementos diferenciales, que sean un producto clónico de los demás. Las tipografías que incluyen los PC, como Arial (Helvética), Courier o Times New Roman son las tipografías más repetidas de la historia.
En la actualidad el panorama tipográfico es generoso y espectacular. No podemos ni debemos olvidar que, aunque hoy en día las tipografías nos son muy próximas, hace algunos años, muchos menos de los que nos parecen, las tipografías y su elección eran prácticamente una exclusiva potestad y un coto privado del impresor. Hoy todas las tenemos a nuestro alcance. Y si en todas partes hay tipografías, tipos buenos
