Estamos de lleno en una era en la que los individuos de más de 30 años somos meros invitados en esta fiesta tecnológica y aquellos que rondan los 15 no conciben otra vida que no sea a través de Internet, donde poder chatear con sus amigos, ver el último vídeo de moda en Youtube, dialogar en un blog o descargarse su tema musical favorito.
Esta sencilla reflexión pretende servir para entender, no los grandes pasos, sino los enormes pasos, que vamos dando sin apenas darnos cuenta.
Vivimos en un mundo en el que ya se consumen más medios digitales que convencionales, superando incluso a la televisión. Algo histórico si hablamos de un medio con más de medio siglo de hegemonía y cuya única excepción al dato viene de la mano de los mayores de 55 años, que aún dedican más horas a la televisión.
Convivimos a través de seres virtuales personalizados por nosotros mismos (avatares) en entornos 3D donde hasta se puede ligar con otros avatares y gastarte verdaderas fortunas no tan virtuales.
Descargamos contenidos en la misma calle a través de nuestro móvil con sólo conectar nuestro bluetooth.
Cambio generacional
¿Qué significa todo esto? Significa que estamos en un cambio generacional sin precedentes. En un antes y un después en el que las nuevas generaciones, futuros consumidores, aceptan como suyos y se sienten mucho más cómodos ante el ordenador o el móvil que frente a la televisión u otros medios convencionales.
Es decir, estamos asistiendo al salto, en términos de comunicación e interacción entre individuos, más grande de nuestra historia reciente.
Por tanto no hablamos tan sólo de una mera evolución tecnológica, hablamos de un auténtico cambio social que tiene su traducción en nuestro comportamiento como consumidores.
Algunos datos que lo avalan: