Podríamos decir que los consumidores hemos perdido una parte de la inocencia que teníamos y no nos basta con que un producto se publicite para pensar que es el que necesitamos. Ahora nos hacen falta muchos más elementos: en qué cree la empresa, qué valores defiende y sobre todo qué soy yo para esta empresa. ¿Soy un dígito más con un número de euros asociados o bien soy alguien a quien realmente aprecian e intentan siempre sorprender y enamorar?
Desde mi punto de vista las empresas que tendrán éxito en el futuro son aquellas que vayan un paso mas allá y ofrezcan realmente una ventaja al usuario. No cabe duda que el precio siempre será un factor determinante a la hora de comprar. No obstante, cuando hablo de estas ventajas me estoy refiriendo más a invitar a los consumidores a nuevas sensaciones y gratos sentimientos dentro del ciclo de compra.
A todos nos gusta que nos sorprendan y sentirnos identificados con los valores de una marca. Por ejemplo, los amantes de Apple disfrutan con la alta tecnología y un impecable diseño. Disney nos transportará siempre a nuestra infancia y a la felicidad, Starbucks al momento perfecto para desconectar tomando un delicioso café como en el salón de tu casa. Y los que hemos utilizado Hubspot nos hemos contagiado de su optimismo, ganas de seguir aprendiendo de inbound marketing y apostar por los contenidos de calidad para conectar con clientes potenciales.
Son diferentes ejemplos de empresas que han sabido desde un primer momento transmitir su identidad, conectar con el usuario y conseguir estar en el top of mind por el buen servicio que ofrecen. Si queremos seguir sus pasos debemos asegurarnos que nuestra compañía también está alineada con nuestra identidad corporativa. Pero este trabajo no debe hacerlo únicamente el departamento de marketing, es una responsabilidad de todo el equipo.
La mejor estrategia de marketing es crear sensaciones únicas y sorprender y esto sólo se consigue cuando lo vive cada una de las personas que forman parte de la empresa. Por lo tanto, es momento de replantearnos dónde vamos a invertir nuestros recursos a fin de despertar interés en el consumidor, que repita con nosotros y comparta su ilusión con nuestra marca entre sus amigos y familiares.