Seis tendencias que marcarán el viaje corporativo en 2026

La flow-flex mobility destaca como un modelo de gestión pensado para absorber imprevistos —cancelaciones, retrasos o cambios de agenda— sin frenar el negocio.

La compañía interpreta esta evolución como una búsqueda de mayor ROI: menos noches fuera y mayor impacto en menos tiempo.

El business travel está dejando atrás el patrón previo a la pandemia para convertirse en un terreno más estratégico, donde el retorno, la sostenibilidad, el bienestar del empleado y la tecnología —con la inteligencia artificial como palanca— ganan peso en la toma de decisiones.

En ese contexto, BizAway identifica seis tendencias que, a su juicio, marcarán el viaje corporativo en 2026, en un mercado donde los presupuestos se mantienen al alza, pero con el incremento de costes como principal freno. Según datos recogidos por Deloitte en su Corporate Travel Study 2025, cerca de tres de cada cuatro travel managers prevén ampliar sus presupuestos de viajes, mientras que más de la mitad señala el aumento de los costes como el mayor condicionante para la movilidad corporativa.

A la vez, la presencialidad continúa sosteniendo la demanda: dos tercios de los profesionales anticipan asistir al menos a un gran evento, feria o convención en su calendario anual. Con estas variables en juego, la primera tendencia que destaca BizAway es el micro-trip de 12 horas: desplazamientos exprés, en la misma jornada, diseñados para reuniones decisivas, desbloqueo de oportunidades comerciales o visitas a sedes sin afectar a la operativa diaria.

La compañía interpreta esta evolución como una búsqueda de mayor ROI: menos noches fuera y mayor impacto en menos tiempo. En paralelo, la firma sitúa el foco en el bleisure-biz, un giro del bleisure tradicional que ya no pasa por alargar viajes, sino por integrar momentos de desconexión sin elevar el coste. El planteamiento, señalan, se alinea con las prioridades de RR.HH. en términos de engagement, retención y bienestar psicológico, especialmente entre los perfiles que viajan con frecuencia.

La tercera tendencia es el AI-butler travel, un “asistente invisible” capaz de automatizar el cumplimiento de políticas, gestionar reservas y cambios de última hora, optimizar costes y generar reporting. Para BizAway, la inversión creciente de los travel managers en soluciones tecnológicas avanzadas responde a la necesidad de reducir complejidad y fricciones operativas.

En el ámbito ESG, la compañía apunta a una sostenibilidad más estructural en la gestión del viaje corporativo, con políticas que incorporan indicadores medioambientales junto a los económicos. Entre las prácticas que prevé que se consoliden figuran la sustitución de vuelos cortos por tren y una mayor anticipación en la planificación para mejorar eficiencia y reducir impacto.

La quinta tendencia, meet & grow, remarca el regreso del valor del contacto humano en entornos de trabajo híbridos. Viajes para eventos, formaciones, workshops y encuentros con clientes y socios se plantean como catalizadores de relación y crecimiento, una dinámica que BizAway espera que mantenga tracción en 2026.

Por último, la firma subraya la flow-flex mobility, un modelo de gestión pensado para absorber imprevistos —cancelaciones, retrasos o cambios de agenda— sin frenar el negocio. En este marco, BizAway impulsa BizzyFlex, una solución que permite cancelar o modificar reservas con reembolsos de hasta el 80%, orientada a facilitar cambios de última hora.