El periodo del Black Friday y el Cyber Monday continúa sumando compradores en España, pero también genera sensaciones de agobio y presión entre parte de los consumidores. Según un estudio realizado por el servicio de psicología online Unobravo junto a Dynata, un 58% de los españoles admite sentirse abrumado por la presencia constante de descuentos y promociones.
El informe indica que esta presión se intensifica entre los jóvenes de 25 a 34 años, donde dos tercios reconocen experimentarla con frecuencia o en ocasiones. El estudio apunta a que muchos consumidores recurren a las compras como vía para aliviar tensiones.
“Los datos muestran que el 79% de los jóvenes usa las compras para aliviar el estrés, y esto refleja una realidad muy humana: cuando nos sentimos saturados, buscamos alivio inmediato”, señala Francisco Rivera, manager clínico de Unobravo España. “Comprar puede generar una sensación momentánea de control o de bienestar, pero su efecto es temporal. Por eso es importante detenernos y preguntarnos qué emoción estamos intentando calmar”, añade.
Las emociones asociadas a la campaña comercial son diversas. Un 21% afirma sentir euforia, un 20% indiferencia y otro 20% reconoce presión por comprar. La euforia es más frecuente entre los consumidores de 20 a 44 años, mientras que los mayores de 45 tienden a mostrarse más indiferentes. Entre los jóvenes de 20 a 24 años, el estudio detecta un peso destacado del FOMO —miedo a perderse algo—, que afecta a uno de cada cinco.
El impulso por aprovechar descuentos también aparece en otros comportamientos. El 57% de los españoles afirma comprar para darse un capricho o aliviar el estrés, una práctica señalada por el 79% del grupo de 20 a 24 años. Uno de cada tres encuestados (33%) reconoce haber comprado alguna vez para evitar emociones como la tristeza o la ansiedad. Además, un 58% admite haber adquirido productos únicamente porque estaban rebajados y cuatro de cada diez lamentaron alguna compra justo después de realizarla.
Pese a ello, ocho de cada diez personas aseguran que comprar les hace sentir “en control” de otros aspectos de su vida, una percepción más común entre trabajadores y estudiantes. El estudio refleja también el peso de la presión social en las compras de final de año. Un 38% de los españoles reconoce sentir obligación por participar en las compras colectivas o adquirir regalos, porcentaje que asciende al 48% en el grupo de 25 a 34 años.
El entorno también influye. Un 82% de los encuestados afirma sentirse presionado cuando familiares o amigos hablan de ofertas o comparten adquisiciones, mientras que más de la mitad de los jóvenes de 20 a 24 años (55%) reconoce haber comprado algo que no podía permitirse para encajar o mantener cierto estatus. Además, un 41% declara sentirse mal si no compra suficientes regalos o no gasta lo esperado durante las celebraciones, una sensación más señalada por mujeres (46%) y menores de 35 años, especialmente entre los 20 y 24 años.