La crisis nos está transformando más profundamente de lo que imaginamos. Un estudio realizado por Labrand Psicología de Marcas ha detectado y analizado más de 3.000 signos que permiten observar cambios de comportamiento latentes en los consumidores españoles. Y uno de ellos es la adopción de la austeridad como estilo de vida.
Incluso entre aquellos que no se han visto afectados directamente por el desempleo o los ajustes salariales, la frugalidad está imponiéndose como signo de buen gusto. La compra inteligente (descuentos, promociones, low cost) y el reparar en vez de comprar marcan una tendencia que se consolidará todavía más a lo largo de este año, según los autores del estudio.
Este nuevo patrón de consumo lleva aparejados otros cambios de comportamiento. Los responsables de Labrand señalan que los españoles están viviendo un “momento Re”. Es decir, una etapa reset en la que se aspira a, entre otras cosas, a desconectar frente a un mundo que les sobrepasa. El nuevo auge de los contenidos asociados a la fantasía es un signo de ello, pero sobre todo hay que prestar atención al tímido pero ya detectable deseo de prescindir de la tecnología en algunos momentos. Ya hay compañías que prohíben a sus empleados el uso del teléfono o el correo del trabajo en sus horas de descanso. Y también crece la oferta y la demanda de establecimientos hoteleros sin cobertura y de zonas libres de wifi.
El estudio se refiere también a varias tendencias más todavía latentes y que en 2013 irán cobrando fuerza. Los individuos sienten la necesidad de reconstruir su autoconfianza en un entorno hostil e inestables. La búsqueda de un mayor enriquecimiento personas se traduce en la mayor demanda de formación y en el descenso de los niveles de abandono escolar.
Así mismo, esta actitud más proactiva se plasma en el desarrollo de muchos planes B en la reinvención personal. Los emprendedores son los nuevos ídolos sociales.
También se consolidan los canales de cooperación. El modelo cooperativista (networking, co-working y crowdsourcing) se impone como solución a la crisis.
El nuevo consumidor empujará la creación de nuevos negocios y, según el estudio, el advenimiento de una nueva ética empresarial marcada por el respeto. Las empresas que nacen ponen en marcha ideas integradoras y negocios sostenibles. Esta corriente ya comienza a visualizarse de un modo todavía incipiente en ciudades como Barcelona, donde la nueva oferta comercial está básicamente ligada a eco-tiendas, establecimientos de productos artesanales o de kilómetro cero.