La Fiscalía General de Texas ha presentado una demanda contra Google por una presunta recogida de datos biométricos de los ciudadanos del estado para servir anuncios de la red publicitaria de la firma tecnológica.
Según ha explicado en un comunicado el organismo, la compañía estadounidense habría recogido rostros y voces de los usuarios residentes en Texas a través de productos y aplicaciones como Google Photos, Google Assistant y Nest Hub Max para servir publicidad. Una información que habría empleado sin haber obtenido su consentimiento.
En su demanda, el fiscal general de Texas, Ken Paxton, ha recordado que en el estado del país norteamericano desde hace más de una década las empresas no pueden almacenar datos biométricos, como caras y voces, sin consentimiento.
“En un flagrante desafío de esa ley, desde al menos 2015, Google ha recogido datos biométricos de innumerables texanos y usado sus caras y sus voces para servir anuncios de Google”, comenta en la demanda.
Esta nueva demanda contra Google se produce en un tiempo en el que Estados Unidos se encuentra desarrollando su norma de privacidad, la Ley de Protección y Privacidad de Datos Americana (ADPPA), que aspira a regular la recogida y uso de los datos de los usuarios por parte de las organizaciones en el terreno digital.
Entre los aspectos que recogía la norma aprobada el pasado julio por el Comité de Comercio y Energía del Congreso, se establecía como requisito básico la recogida y uso de datos de los estrictamente necesarios y de forma proporcionada y limitada, además de protecciones especiales para ciertos tipos de información, como los datos de geolocalización, los biométricos o las imágenes íntimas no consensuadas.
Google no es la única Big Tech en enfrentarse a una acusación similar. En 2021, un tribunal de California aceptó a trámite la demanda presentada por un grupo de consumidores contra Apple, al alegar que esta había empleado sus conversaciones con Siri para mostrar anuncios personalizados.