La figura de Julián Bravo sobrevoló durante toda la gala, al igual que la de otra figura mítica de la publicidad española, Miguel Ángel Furones, también fallecido recientemente, para quien se reivindicó el título de Académico de Honor. Un reconocimiento con el que fueron investidos, durante la gala, Félix Vicente, Fernando Herrero, Marcos de Quinto y Ramón Guardia (a título póstumo). Gonzalo Sáiz, director de marketing de Bankinter, fue nombrado Publicitario del Año.
Tras la entrega de los reconocimientos y las reflexiones y agradecimientos de los galardonados (las respectivas esposas en los casos de Ramón Guardia y Julián Bravo), tomó la palabra Agustín Elbaile, presidente de la Academia de la Publicidad , que reivindicó el valor de la profesión publicitaria animando a todos a colaborar en su dignificación y a combatir esa desconfianza, que según los datos de IPSOS, siente la sociedad ante los publicitarios.
Durante su discurso, Agustín Elbaile, también hizo importantes anuncios, como la creación de la citada Cátedra Julián Bravo, cuyos becados recalarán en Ogilvy y Equmedia. Así mismo, reveló que, en colaboración con el Centro de Documentación Publicitaria, se está ultimando la publicación del que será el primer volumen de la Biblioteca de la Academia de la Publicidad.
Finalizó su intervención Agustín Elbaile recordando que “la Academia de la Publicidad es la casa de todos los profesionales del sector y de todos aquellos que aman la publicidad”.
Homenaje a IPMARK y Control
Durante la ceremonia también se homenajeó a IPMARK y también a la revista Control, que este año celebran su 60º aniversario. Tras agradecer a los miembros de la Academia el reconocimiento, Jaime de Haro, editor de IPMARK, recordó a Miguel de Haro, fundador de la cabecera, así como a Manolo Carbajo y a Manel Vila del Olmo, director y director comercial, respectivamente, alabando la pasión con la que impulsaron una revista que ha sido testigo, promotora y notario de estas seis décadas de la profesión publicitaria.