Dos años después de la digitalización forzada que trajo consigo la pandemia de coronavirus, hoy día se constata la existencia de un consumidor avanzado en términos digitales. Lo indican datos como que un 55,2% de ciudadanos haya comprado por internet en 2021, que un 45% sea usuario de banca digital o que un 51,3% haya reservado citas médicas online.
Son datos del informe Sociedad Digital en España 2022 elaborado por Fundación Telefónica y que ha sido presentado por Pablo Gonzalo, responsable del área de Cultura Digital y de Espacio Fundación Telefónica, en un encuentro en el que también han participado la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, y el consejero delegado de Telefónica España, Sergio Oslé.
Parte de esta evolución en la digitalización del consumidor se debe a lo avanzado que se encuentra nuestro país en materia de infraestructuras. De acuerdo con el informe, España se sitúa en el Top 4 de los países de la OCDE con mayor proporción de accesos de fibra óptica respecto del total de accesos de banda ancha fija. Ocupa, en concreto, la tercera plaza, tan solo superada por Dinamarca y Países Bajos, mercados más pequeños donde la conectividad resulta más sencilla de asentar, según ha recordado Gonzalo.
Por conexiones, más de la mitad del tráfico cursado a nivel nacional corresponde a redes 4G. El 5G, cuyas redes comenzaron a cursar tráfico en 2020, todavía supone un 1,8%. No obstante, continúan las inversiones por parte de las compañías del sector para instaurar la conexión de alta velocidad en nuestro país. En 2020, a pesar del frenazo económico motivado por la crisis sanitaria, la inversión en el despliegue 5G superó de nuevo los 5.000 millones de euros.
Una nueva tecnología que supondrá un nuevo paradigma en la forma de hacer negocios, tal y como ha recordado Sergio Oslé, consejero delegado de Telefónica España. “El 5G va más allá de tener un internet más rápido. Es la primera tecnología de conectividad móvil que va a impulsar avances como el Internet de las Cosas (IoT), el edge computing o el network slicing, lo que permitirá a las empresas realizar procesos complejos de alta calidad”.
Tales son las promesas asociadas con la nueva generación de redes móviles que, de no adaptarse a esta, las compañías corren el riesgo de perder competitividad. “Es una revolución en los procesos operativos; si no se adaptan al 5G, no van a poder competir”, ha recalcado Oslé.
Empresas, retrasadas en transformación digital
A pesar de los avances vistos a nivel consumidor respecto a su transformación digital, todavía son las empresas que se muestran rezagadas en su camino hacia la digitalización. El informe pone como ejemplo que todavía sean mayoría las empresas que solo emplean sus webs para ofrecer información corporativa y muy pocas realizan usos más avanzados, como la posibilidad de realizar pedidos o reservas online.
Los medios sociales aplicados al negocio son utilizados de media por algo más del 65% de empresas. Una cifra muy baja, explican, teniendo en cuenta las posibilidades que ofrecen blogs y redes sociales para conectar con nichos de mercado y posicionar la marca con un coste relativamente bajo.
Tampoco está muy extendido en el seno de las corporaciones el uso de herramientas para compartir información dentro de la empresa (ERP) o para gestionar las relaciones con el cliente (CRM). Respecto a las más avanzadas, tan sólo un 9% usa Big Data.
Entre las empresas con más de 10 empleados, un 22% ha adquirido algún servicio de computación en la nube en el último año; un 27,7% aprovechan el IoT; y una cuarta parte utiliza canales de venta online. En materia de ciberseguridad, más de la mitad de las empresas había definido una política de seguridad tecnológica en 2019, pero solo el 25% lo había redefinido o revisado en los últimos 12 meses.
Falta de especialistas TIC
El informe también constata la falta de profesionales digitales tanto a nivel nacional como europeo. En 2021, nuestro país contaba con 72.000 especialistas TIC, lo que equivalía al 3,8% del total del empleo nacional, frente al 4,8% de la media de la Unión Europea. Tan solo un 17% de empresas tiene en plantilla este tipo de perfil (19% en UE), siendo más probable que estos se encuentren en una organización grande (67% en España, 76% en Europa) que en una más pequeña (16% en España, 18% en Europa).