Todo ello cuando, según la consultora SymphonyIRI, los precios de la marca de distribuidor se han incrementado en un 2,4%, una subida claramente superior a la experimentada por los productos de marcas de fabricante, que se ha situado en un 0,2%. De hecho, la diferencia de precio entre la marca blanca y la de fabricante se sitúa en un 37,4%, cuando en 2009 esa diferencia era del 40%.
Algunos expertos atribuyen a la crisis la expansión continua de la marca blanca, mientras que otros no dejan de señalar que se trata de una propuesta que se ha ganado el favor del consumidor gracias a la calidad y la seguridad que ofrece.
En línea con esta interpretación, los resultados del informe Los españoles ante las marcas blancas, elaborado por Axesor Marketing Intelligence, el 85% de los españoles menores de 40 años y el 65% de las familias numerosas prefiere marcas blancas antes que marcas de fabricante.
En cuanto al conjunto de la sociedad, el 40% de los encuestados opta por la marca blanca, mientras que un 20% se decanta por la del fabricante. Así mismo, el 40% dice no apreciar diferencias entre una y otra.
Respecto al lugar elegido para realizar las compras, el estudio determina que el supermercado es el más popular (80%), frente al 50% que prefiere el hipermercado o la tienda de barrio.
Curiosamente, el formato comercial al que se acude parece determinar la cantidad de dinero que empleamos en llenar la cesta de la compra. Así, dos de cada tres españoles que pasan por el supermercado se gastan por debajo de 50 euros en la compra semanal, mientras que los que prefieren el hipermercado superan esa cifra.