Todas las televisiones australianas han cerrado sus pantallas a la última campaña (Denim worth dying for de la marca de moda por considerarla “macabra” y susceptible de provocar una desagradable polémica.
El spot en cuestión narra la peripecia de una asesina en serie cuyo impulso para matar no es otro que coleccionar los vaqueros de sus víctimas, todas ellas portadoras de un BillyCock. La historia, sin embargo, tiene doble lectura: las asesinadas sabían de la existencia de la asesina pero estaban dispuestas a correr el riesgo de llevar sus pantalones.
La productora del anuncio, Jai Films, ha anunciado que prepara una versión suavizada del spot para el año que viene, una versión que se adapte a los estándares televisivos.
Mientras tanto, el anuncio sigue funcionando en YouTube, donde el nivel de tolerancia en los contenidos políticamente incorrectos es mucho más elevada que en la televisión.