La evolución de la responsabilidad social de las empresas en España, que también advierte del aumento de la brecha entre las pymes y las grandes compañías en lo que respecta a su actitud y también a su práctica de la responsabilidad social.
Apesar de estos datos negativos, el informe concluye que tanto el mayor grado de escepticismo como los recortes entran dentro de lo normal en un momento como el actual, en el que la conmoción de los mercados financieros ha puesto a prueba la madurez del fenómeno de la responsabilidad social empresarial (RSE). En este sentido, el presidente de Forética, Juan Pedro Galiano, afirma que aunque ha habido organizaciones que han abandonado, total o parcialmente, sus prácticas de RSE, solo ha sido así en el caso de las que no la tenían integrada en su estrategia de negocio. “Estaríamos hablando de un fenómeno de autentificación de la RSE”, indica Galiano. En este sentido, los autores del estudio ponen de relieve la fortaleza de la responsabilidad social si se tienen en cuenta que desde la edición anterior del informe, correspondiente a 2008, se han destruido 2,3 millones de puestos de trabajo y 130.000 empresas.
Sí que es preocupante, sin embargo, el aumento de la brecha entre la pequeña y gran empresa que se está produciendo debido a la situación económica actual. Jaime Silos, director del estudio, advierte: “Estamos asistiendo a la polarización de conocimiento de la RSE en función del tamaño de las empresas. Esto es preocupante, ya que el desarrollo de la RSE estaría por debajo de su verdadero potencial. No olvidemos que las empresas de menos de cien trabajadores representan el 99,6% del tejido empresarial español”. La tasa de abandono de actividades RSE de manera permanente y sin previsión de retomarlas es mucho mayor en el caso de las pequeñas empresas (18%), frente a tan solo el 3% en el caso de las medianas y grandes. De cada diez empresas, ocho consideran que la RSE contribuye a la reducción de costes, siete de cada diez a la mejora de ingresos y seis de cada diez que mejora el acceso a fuentes de financiación.
Otro de los temas que trata el Informe de Forética es la integración estratégica y operativa de la RSE. En la actualidad, solo un 5% de las empresas españolas cuenta con una política de RSE formalizada por escrito y un 11% se encuentra en proceso de formalización. Dentro de las primeras, se consolida la figura específica del director de RSE (45% de los casos), que va ganando peso en las organizaciones, ya que en un 73,6% de los casos suele estar integrada en el comité de dirección.
Por primera vez, el nivel de conocimiento de la RSE supera el umbral de la mitad de la población y el 52,3% de los ciudadanos ha oído hablar del concepto. La nitidez del término, por su parte, no experimenta cambios cuantitativos pero sí cualitativos. La crisis económica repercute en el sesgo social que los ciudadanos dan a la RSE. Por primera vez, el atributo que más valoran los ciudadanos es el empleo, por delante de factores tradicionales como el respeto por el medio ambiente o la calidad-precio.
En la clasificación por agentes sociales, se produce un descenso significativo del grado de confianza ciudadana en el Estado/Gobierno y los partidos políticos (caen un 17% y un 13%, respectivamente, en la valoración de su gestión ética), mientras que el sector empresarial aumenta su valoración con respecto al informe de 2008. La lista de agentes mejor valorados sigue encabezada por las ONG, seguidas de las pymes, las grandes empresas y los medios de comunicación. Por sectores, la industria farmacéutica, la automoción, el transporte de viajeros, el gran consumo y la energía aprueban en gestión ética, mientras que el sector financiero suspende.
CONSUMO RESPONSABLE. La crisis también ha afectado a las actitudes de compra, lo que ha convertido a la discriminación negativa –el boicot y la evitación del consumo como castigo a las marcas irresponsables– en la principal manifestación de consumo responsable, que ha aumentado del 37% al 45% de los ciudadanos.
En cuanto a la discriminación positiva, se observa un cambio desde el premio (pagar más por un producto responsable: 16%) hacia la preferencia (optar por el más responsable en condiciones de igualdad de precio: 21%).
Según el autor del estudio, ante la disminución de la renta y las escasas perspectivas laborales, el ciudadano reduce de forma natural la discriminación positiva. Sin embargo, es significativo que no se deje de practicar el consumo responsable. El descenso de la discriminación positiva se ve compensado por un repunte de la negativa (boicot y evitación de producto).
El Informe Forética tiene una periodicidad bienal y una muestra de mil empresas y mil ciudadanos. En el se analizan periódicamente patrones como el grado de notoriedad, sensibilización y desarrollo de prácticas de RSE, tratando de detectar los cambios en actitudes corporativas y ciudadanas respecto a este fenómeno.
La asociación Forética se fundo hace diez años y en la actualidad cuenta con cerca de 250 socios.
La versión completa del Informe Forética se puede descargar en la página de IPMARK, en https://ipmark.com/pdf/Informe_2011_FORETICA.pdf.