Esta nueva escena podemos ver como ciertos bancos ya arrancan como opciones seguras o de toda la vida, pero al tiempo, antiguas y vistas como el banco de mis padres/abuelos. En esta lista pondría a BBVA (a pesar de la liga de fútbol), Santander (a pesar de Alonso), Banesto (a pesar de orecer Minis e iPads) y a alguno más.
Otras opciones corren a posicionarse como ofertas diferentes, jóvenes y frescas, que saben llegar mucho mejor a una nueva generación, que tanto por juventud o por experiencia, están desengañados y se sientes acribillados por comisiones y cláusulas abusivas donde siempre ganan los de siempre.
Dentro del grupo que se reinventan podemos empezar por ING Direct que nos ha estado concienciando y educando con miles de GRP a que si ahorramos nos irá bien, y si ahorramos con ellos, mejor que mejor. Aprovechan la situación de miedo que ha dejado en todos la crisis, y al no saber lo que todavía puede venir preferimos ahorrar a consumir (que es lo contrario que recomiendan los expertos para que se recupere el país). Y por cierto, con una página web actualizada en diseño y funcionalidades, donde la usabilidad y navegabilidad están muy pensadas y estudiadas, y que otros bancos podrían imitar.
Uno más que quiere reinventarse y busca su hueco es Inversis con su Homo Inversis, que, según dice, “la evolución financiera, no es un cambio físico sino mental”. En las formas y estilos se percibe un contraste importante entre lo cercano, coloquial y de la calle que han sido los mensajes de ING Direct, frente a los que Inversis nos lanza, dentro de un contexto frío, solitario y diría que algo triste y demasiado tecnológico, y que choca todavía más con los que se comentan a continuación.
Todo lo contrario hace Banca Cívica con un tono muy coloquial y popular. Con mensajes que dicen de forma clara lo que el público en general piensa (pensamos) de los bancos y sus políticas: poca transparencia, nada claros, abusivos, etc. Los mensajes utilizan un tono y estilo claramente dirigidos a los descontentos y rebeldes que cambiarían sin pensárselo dos veces la idea de banca tal y como está admitida hasta ahora, ya que, como bien dicen: “Es tu dinero, tú decides”.
Siguiendo hasta el extremo, nos encontramos a Triodos. Un banco que presume de bases fundacionales ético-sociales, y donde sus clientes se caracterizan por querer conciliar la seguridad de sus ahorros con la posibilidad de contribuir en labores de apoyo a ONG o proyectos sociales de su elección. Curiosamente preguntando a un amigo cliente de Triodos, me respondía lo siguiente de manera bastante contundente: “Yo soy de Triodos porque no invierte en empresas de armamento que luego matan a personas, porque no invierte en la especulación con bienes de primera necesidad; soy de Triodos, en definitiva, porque no empobrece ni daña a nadie para conseguir beneficio. Yo soy de Triodos porque empuja y anima a quienes creen en una economía alternativa, que se basa en el enriquecimiento sostenible, y cuyos objetivos siempre consideran como prioritarios los elementos sociales y medioambientales de su actividad”. Y la verdad es que el planteamiento, contado así, me gusta.
Por último, toca comentar el Frankenstein gigante del que ya hemos visto sus primeros spots y que presumiblemente deje pequeña la inversión de ING Direct. Bankia nace con recorrido, experiencia y ganas de convertirse en líder y ser un banco referente para la nueva generación financiera que quiere algo diferente. Saben adónde van, sin olvidar de dónde vienen y, según nos dicen, quieren llegar lejos.