La imagen del futuro ex presidente Bush esquivando los zapatos que un periodista iraquí le lanza para mostrar su descontento es de las que pasarán a la historia, en el mismo modo que la imagen de los zapatazos que dio en su pupitre otro ex, Nikita Kruschev, en la Asamblea General de la ONU.
Ambas imágenes dieron la vuelta al mundo sin más consecuencias para la percepción que de Bush y Kruschev tendrá la Historia, que las de una anécdota con mucho ruido y pocas nueces.
Algo parecido sucede con la creatividad de algunas agencias que creen haber encontrado un filón para sus ocurrencias, que no ideas, en Internet. Ocurrencias que encuentran eco en los medios de comunicación de masas y cuya popularidad fácil suplanta la marca y el producto en favor de la agencia, convertida en protagonista por la necesidad de algunos medios tienen de rellenar su espacio trocando la ocurrencia en noticia.
Internet está produciendo un perfil de consumidor/usuario convertible, incluso, en potencial soporte publicitario a través de la posibilidad abierta a la creación de su propio espacio en la Red. Esto implica una adaptación de los creativos, agencias y de los publicitarios en general, a una situación que, atención, no hace mucho ha dejado de ser nueva pero que en la práctica tiene demasiados fallos provocados por la falta de experiencia, estudios sólidos sobre el nuevo medio y su eficacia
Zapatazos
La imagen del futuro ex presidente Bush esquivando los zapatos que un periodista iraquí le lanza para mostrar su descontento