La nueva planta tendrá una capacidad de fabricación de 150.000 vehículos y las primeras unidades estarán listas a principios de 2011. El proyecto, que supondrá una inversión de 620 millones de euros, ha sido ya aprobado por el Consejo de Vigilancia de Volkswagen AG.
El primer coche que se producirá en la planta de Tenessee será un nuevo sedán pensado exclusivamente para el mercado estadounidense, en el que Volkswagen tiene previsto vender 800.000 coches en 2018.
La compañía alemana espera, además, que los clientes estadounidenses, comiencen a percibir a la compañía como un fabricante nacional. El máximo responsable de Volkswagen, el profesor Martin Winterkorn ha declarado: “Esperamos dar un importante paso adelante cuando nos convirtamos en el mayor fabricante automovilístico europeo en Estados Unidos”.