Hein Schumacher, CEO de Unilever desde julio de 2023, ha confirmado la retirada de algunos de los objetivos marcados por la multinacional de Gran Consumo respecto a sus compromisos medioambientales y sociales, centrando el foco en la reducción de costes.
Según ha confirmado el ejecutivo en una entrevista a Bloomberg, Unilever ha reducido el objetivo del menor uso de plástico virgen planteado para 2025. Si la firma propietaria de marcas como Dove, Rexona, Lipton, Axe, Knorr o Hellmann’s se había comprometido para ese año reducir a la mitad el uso de plástico virgen, el nuevo objetivo dicta la reducción de un tercio, no la mitad, y un año más tarde – 2026-.
La multinacional también ha decidido retirar la promesa de destinar 2.000 millones de euros a compañías emergentes inclusivas para 2025, y ha descartado que, para ese mismo año, el 5% de su plantilla esté formada por personas con discapacidad. “No vamos a gritar que vamos a salvar el mundo, pero quiero asegurarme de que todo lo que hacemos es mejor”, expuso, insistiendo que todavía la compañía podía “marcar la diferencia” en cuatro áreas clave: el clima, los plásticos, la naturaleza y la vida de las personas.
La retirada de parte de los compromisos ambientales de Unilever llega poco tiempo después de que anunciaran la salida de 7.500 profesionales de su plantilla global, y la venta de su división de helados, como parte de un plan de ahorros de 800 millones de euros para los próximos tres años.
Más fatiga entre los consumidores
En su entrevista con el diario económico, Schumacher ha señalado el foco “cíclico” que es, para los consumidores, las cuestiones ESG. “Cuando tienes una profunda sequía durante un par de meses, pero todo lo demás va bien, la atención está en el clima. A día de hoy, la atención está en las guerras”, expuso.
Confirma esta falta de atención el último estudio de Ipsos, ‘Día de la Tierra 2024’, realizado en 33 países, entre ellos, España, donde se muestra una caída del porcentaje de los que opinan que gobierno, empresas y consumidores deben actuar ahora para combatir el cambio climático. Un 59% frente al 70% de 2023 en el caso del gobierno; un 59% frente al 70% en empresas; y un 61% frente al 73% en ciudadanos.
Y aunque más de la mitad de encuestados (62%) comparte que España debería hacer más en esa lucha, este dato es cinco puntos inferior al de 2023, y casi un tercio considera que a nuestro país se le pide que sacrifique demasiado para hacer frente al cambio climático, una idea que ha aumentado en tres puntos respecto al año pasado.
Una de cada 4 personas en España piensa que el cambio climático está fuera de su control y es demasiado tarde para hacer algo, dos puntos más que en 2023, siendo los europeos más pesimistas, solo por detrás de Francia (26%). No obstante, un 65% cree que, si todo el mundo hiciera cambios en su vida cotidiana, esto podría tener un gran impacto en la lucha contra el cambio climático.