La cosa ha ido funcionando, pero si en el balance se contempla la repercusión directa o indirecta de TODO el ciclo de vida del producto, desde el diseño inicial hasta los costes de la desaparición del mismo, bien mediante el reciclaje o la integración en basureros, la cosa se complica y pone a la actividad del fabricante ante unas obligaciones que hasta ahora no se han tenido en cuenta.
¿Es posible que las marcas adopten estos nuevos paradigmas? ¿Es posible que los fabricantes no aspiren al aumento de ventas sino a la sostenibilidad del proceso desde el punto de vista integral? ¿Será necesaria una estrategia publicitaria acorde con estos paradigmas? ¿Veremos futuras campañas que aspiren a vender menos pero dejando claro que el producto publicitado es bio-económicamente adecuado? Veremos.
Un debate interesante
La cosa ha ido funcionando, pero si en el balance se contempla la repercusión directa o indirecta de TODO el