Proveg bajo el paraguas del proyecto Smart Protein de la Unión Europea, arroja el estado actual del consumo de productos plant-based y esclarece que España es el cuarto país europeo de alimentos de origen vegetal con unas ventas cercanas a los 500 millones de euros entre 2020 y 2022, según el informe de GFI.
Los datos provienen de una encuesta paneuropea denominada ‘Apetito en evolución: Investigación integral sobre la aceptación de la alimentación basada en plantas’ publicada por ProVeg bajo el proyecto Smart Protein de la UE. Así es como se recopiló información de Austria, Alemania, España, Francia, Italia, Reino Unido, Dinamarca, Polonia, Rumanía y Países Bajos con la participación de 7.500 personas.
En dicha encuesta se esclarece que en España un 48 % de los consumidores de carne informa haber reducido su ingesta en el último año, marcando un cambio significativo en los patrones alimentarios del país. De este grupo, el 16 % ha reducido su consumo en un 50 % o más, mientras que el 32 % ha realizado reducciones más modestas (menos del 50 %).
Las mayores reducciones se observan en el consumo de carne de vaca y de cerdo, con un 40 % y un 24 % de participantes, respectivamente, informando haber reducido su consumo de estos productos. La principal motivación para consumir menos carne y productos lácteos de origen animal es la salud, con un 47 % de las personas encuestadas que la citan como la razón principal, seguido por el bienestar de los animales (30 %), y por factores medioambientales (23 %).
Aunque en España hay una proporción notable de consumidores que reducen su consumo de carne animal, en comparación con el resto de los países europeos encuestados, España sigue estando por debajo de la media con un 51%. Esto indica que, aunque existe una creciente sensibilización sobre la reducción del consumo de carne.
España tiene un gran potencial para beneficiarse de mayores esfuerzos y programas educativos que fomenten una disminución más pronunciada del consumo de carne animal, en línea con otros países europeos como Alemania o Países Bajos. El 25 % de las personas españolas que ha participado se considera flexitariano, 4 % vegetariano, 1 % pescetariano y otro 1 % vegano.
Por otra parte, el 52 % de las personas en España está dispuesta a sustituir los alimentos de origen animal por legumbres, un 42 % con productos lácteos vegetales, 41 % por alimentos a base de legumbres y otro 3,7% con carne vegetal. El 41 % de las personas encuestadas apuntan que el precio y la falta de información (29 %) son los principales obstáculos para no comprar productos plant-based.
Por otra parte, el 65 % de consumidores españoles son más propensos a comprar productos vegetales en supermercados, mientras que el 39 % se aferra a tiendas de descuento como Aldi y Lidl. Los productos vegetales más solicitados son la leche vegetal (37 %), seguida de la carne vegetal (35 %).
La encuesta arroja más claridad sobre la confianza en el consumo de este tipo de alimentos. Así el 45 % de personas en España ha percibido un aumento en su confianza hacia los productos vegetales en comparación con hace tres años principalmente por su seguridad (73 %), la precisión de etiquetado (71 %) y fiabilidad (70 %). Respecto a los impuestos que gravan este tipo de productos, las personas encuestadas abogan por la eliminación de impuestos en productos que promueven la salud y reducen el impacto ambiental.
“Ciertamente se trata de un sector en crecimiento y evolución, donde los/as consumidores/as son personas más informadas, con conciencia medioambiental y que ya no se conforman con cualquier producto. Las personas demandan productos de calidad, con buenos perfiles nutricionales y que sean capaces de satisfacer los paladares más exigentes», comenta la directora de comunicación de ProVeg España, Verónica Larco Jiménez.