La marca de automoción Tesla abrirá a finales de 2024 en los Estados Unidos parte de su red de carga para vehículos eléctricos a fabricantes de la competencia, una red que se extiende desde el sur de California hasta las zonas más rurales como Maine. Los conductores podrán acceder a estas estaciones utilizando la aplicación o a través de la página web de Tesla.
Así, la marca pone a disposición de la competencia parte de su servicio, liberando 3.500 cargadores rápidos nuevos ubicados en carreteras y 4.000 cargadores más lentos situados en zonas con hoteles y restaurantes. Esta medida llega tras la presión del gobierno, de construir una red nacional de 500.000 cargados para vehículos eléctricos en todo el país para 2030, frente a los 130.000 actuales.
Por su parte, Tesla, desde 2012, ha estado construyendo esta red de cargadores rápidos, superando la cifra de 17.710 en estos momentos, que representa alrededor del 60% del total de cargadores rápidos en EEUU. También cuenta con cerca de 10.000 cargadores en ubicaciones estratégicas que permiten recargar un coche durante la noche.
Industria automóvil, ambición climática en UE
En otro orden de cosas, el Parlamento Europeo aprobó el 14 de febrero una nueva legislación para reducir a cero en 2035 las emisiones de CO2 de turismos y vehículos comerciales ligeros nuevos. Con 340 votos a favor, 279 en contra y 21 abstenciones, los eurodiputados han aprobado el acuerdo alcanzado con el Consejo, por el que revisarán las normas en materia de emisiones de CO2.
La eliminación de los vehículos de combustión para 2035 contará con objetivos intermediarios de reducción de emisiones para 2030, del 55% para los automóviles y del 50% para las furgonetas en comparación con el nivel de 2021.
La Comisión presentará, a más tardar en 2025, una metodología para evaluar y comunicar datos sobre las emisiones de CO2 durante todo el ciclo de vida de los automóviles y furgonetas vendidos en la UE, ha comunicado el Parlamento Europeo. Como tarde, además, en diciembre de 2026, la Comisión estudiará la diferencia entre los valores límite de emisión y los datos reales de consumo de combustible y energía, con el fin de presentar una metodología para ajustar las emisiones concretas de CO2 de los fabricantes y propondrá medidas.
Fabricantes exentos
Por otra parte, los fabricantes con una producción reducida (entre 1.000 y 10.000 automóviles nuevos o entre 1.000 y 22.000 furgonetas nuevas al año) podrán beneficiarse de una extensión hasta finales de 2035. Aquellos que declaran menos de 1.000 vehículos nuevos al año seguirán estando exentos.
Cada dos años, a partir de finales de 2025, la Comisión publicará un informe para evaluar los avances hacia una movilidad vial sin emisiones.
“Este reglamento impulsará la fabricación de vehículos de emisión cero o de baja emisión. Incluye una revisión ambiciosa de los objetivos para 2030 y 2035, esencial para alcanzar la neutralidad climática en 2050”, declaró el ponente de Países Bajos, Jan Huitema. Estos objetivos “aportan claridad a la industria y estimulan la innovación y la inversión entre los fabricantes de coches. Comprar y conducir coches limpios serán más barato y aparecerá antes un mercado de segunda mano”.
Antes de la presentación de la nueva legislación, el pasado 14 de julio de 2021, la Comisión presentó dentro del paquete titulado ‘Objetivo 55’, una propuesta legislativa para revisar las normas en materia de emisiones de CO2 aplicables a los turismos y vehículos comerciales nuevos.