Las mujeres con conocimientos digitales están consiguiendo reducir la brecha de género en sus centros de trabajo, según una investigación llevada a cabo por Accenture. La consultora concluye que las tecnologías digitales juegan un papel fundamental en la consecución de la igualdad de género.
Sin embargo, aunque la fluidez digital ayuda a las mujeres a avanzar en sus carreras, su impacto no ha cerrado la brecha entre los sueldos de los ejecutivos. Los hombres siguen siendo, de lejos, los que más ganan. Sin embargo, esto va a cambiar conforme más mujeres millenials y nativas digitales se incorporen a puestos de gestión en las empresas. De hecho, el estudio desvela que en España el 67% de estas mujeres aspiran a puestos de liderazgo a lo largo de sus carreras profesionales.
El estudio afirma que si los gobiernos y las empresas consiguen doblar el ritmo al que las mujeres consiguen esa fluidez digital, la igualdad de género se podría alcanzar en tan solo 25 años en los países desarrollados, frente a los 50 que se barajan ahora. De la misma manera, en los países en desarrollo la igualdad en el trabajo podría ser una realidad en 45 años, frente a los 85 del escenario actual.
“Hay muchas maneras de acortar la brecha de género en el puesto de trabajo, pero lo digital es un camino especialmente poderoso”, según Juan Pedro Moreno, presidente de Accenture España.
“Aunque la igualdad de género no va a ser una realidad de la noche a la mañana, las inversiones realizadas en fomentar las habilidades digitales de las mujeres –a través de la educación, la experiencia y el desarrollo profesional – ayudarán a acelerar su progreso en todos las etapas de su carrera profesional”.
Las españolas, en cabeza España es uno de los tres únicos países analizados en el estudio (por detrás de Argentina y por delante de Corea del Sur) donde las mujeres están por delante de los hombres en términos de fluidez digital. También son mejores que sus compatriotas usando sus conocimientos digitales para asegurar y mejorar sus oportunidades educacionales. Sin embargo, a pesar de los buenos datos en esos dos parámetros, la superioridad de las españolas desciende a la hora de acceder a las oportunidades laborales y al desarrollo profesional. |