La primera fase de implantación del proyecto, en el que colabora Visa Europe, se dirige a un millón de clientes dentro del anillo de la M-30, en Madrid, fundamentalmente en zonas comerciales. BBVA y Bankia instalarán 7.000 terminales de punto de venta (TPVs) en los establecimientos de dichas zonas que tengan un alto porcentaje de transacciones de bajo valor, como tiendas de comida rápida, bares, cafés o restaurantes.
Según los expertos, la tecnología contactless, es decir, los pagos sin contacto, será la forma habitual de pago en el futuro. La tecnología contactless presenta un uso muy sencillo que permite a los clientes agilizar el pago manteniendo los mismos niveles de seguridad. La operativa es simple: el comerciante teclea en el TPV el importe de la compra y el cliente acerca su tarjeta contactlessal terminal para su cobro. De esta forma la tarjeta permanece en manos del cliente durante todo el tiempo y no necesita entregarla al dependiente ni introducirla en un terminal. Con esto se reduce el proceso de pago en cada acto de compra.
En una segunda fase, que pretende estar completada a lo largo de 2012, la iniciativa llegará a dos millones de clientes particulares y se extenderá a un mayor número de zonas de la capital.
La tecnología instalada en los comercios permite también el pago con móvil NFC. Sin embargo, Bankia y BBVA han iniciado el despliegue de la tecnología con tarjetas, ya que es la forma de pago alternativa al efectivo a la que los clientes están actualmente acostumbrados. Así, a medida que vayan apareciendo teléfonos móviles con tecnología NFC los comercios ya estarán preparados para esa nueva forma de pago.
La colaboración entre BBVA y Bankia era necesaria para asegurar que esta nueva tecnología alcance en un breve espacio de tiempo una elevada penetración entre los ciudadanos. Dicha colaboración se limita al compromiso de realizar un despliegue rápido de éstas tarjetas y TPVs en el interior de la M30.