Así está el panorama.
Hemos comentado en más de una ocasión que las causas que inducen a la gente a fumar no son estrictamente publicitarias, sino más profundas. Hemos dicho también que la publicidad y demás acciones de comunicación en un mercado maduro, como lo es el del tabaco, más que incrementar el consumo lo que hacen es extraer consumidores de una a otra marca. Pues bien, una vez suprimida la publicidad y vetadas las acciones de carácter promocional a unos productos perfectamente legales, con el añadido de la esquela mortuoria