Supperstudio rediseña Goxo, el ‘delivery’ de Dabiz Muñoz

Goxo necesitaba rediseñar su identidad visual con el objetivo de acercar al público la propuesta hedonista, creativa, transgresora y gourmet del mejor chef del mundo.

La propuesta de Supperstudio se inspira en la personalidad del chef para llevar la  marca a un segmento alto del mercado. 

Goxo es deluxe, Goxo es Dabiz  Muñoz

Su inconfundible look e icónico corte de pelo fue el punto de partida del trabajo de Supperstudio:  Goxo  se pone el casco del mejor chef del mundo para llevarte sus platos a  casa. ¿Y cómo sería el casco de moto de Dabiz? Obviamente con cresta,  lleno de tachuelas, negro y muy conectado con la personalidad y actitud  del chef. Este es el primer elemento de la marca: solamente Dabiz  Muñoz llevaría ese casco.

El logo es versátil, cambiante, juguetón e inesperado. Adquiere multitud  de formas y se adapta a espacios y formas de una manera ágil e  inteligente. Goxo tiene muchas configuraciones; es flexible y dinámico. 

Packaging seguro y polivalente 

Con el diseño del packaging de Goxo, Supperstudio se enfrentaba a tres retos: el  primero, la multitud de formatos que había, uno por cada plato; el  segundo, lo dinámico de la carta – entraban y salían platos con mucha rapidez, lo que obligaba a diseñar envases específicos -; y el tercero,  muchos platos sufrían con el movimiento durante el trayecto desde las  cocinas de Goxo hasta los hogares. 

La solución de Supperstudio fue optimizar al máximo los formatos, diseñando  envases polivalentes que permiten ser utilizados con diferentes platos de  la carta. Ahora se pueden incorporar las nuevas creaciones de Dabiz  Muñoz sin necesidad de diseñar y fabricar un nuevo envase para cada  receta nueva. Esto ha supuesto un ahorro de materiales y costes y una  mejora logística y de procesos de preparación de los envíos.

Por último, Supperstudio hizo un estudio de tamaño de los envases para conseguir que  todos ellos fueran encajando como un bloque sólido y resistente a los  posibles vaivenes del viaje.  Ahora, los envases de Goxo interactúan y se acoplan entre ellos perfectamente  ordenados como su hubieran salido de la mente de Marie Kondo o si de  un Tetris se tratara.