España respira un descontento generalizado ante la situación política y económica actual. De este modo, siete de cada 10 españoles muestran su inconformismo con el Gobierno y las élites económicas y sólo el 22% considera que las cosas van a mejorar.
Estos resultados pertenecen al Trust Barometer de Edelman de 2025, estudio que recoge la falta de confianza entre las clases sociales. Mientras que los encuestados con ingresos bajos otorgan 11 puntos menos a las instituciones que los de ingresos altos, el 80% de los españoles teme las mentiras por parte de líderes gubernamentales, empresariales y periodistas.
Alineado con la falta de veracidad, España lidera el ranking de países preocupados por la falta de credibilidad de las fuentes de información. Un 70% de los españoles muestra preocupación ante no saber distinguir si las informaciones provienen de un medio creíble o alguien intentado tergiversar la realidad de los hechos para engañar a los ciudadanos.
Por otra parte, el miedo a sufrir discriminaciones aumentó 15 puntos desde el año pasado hasta alcanzar el 70%. Esto afecta a la mayoría de personas, independientemente de su género, edad o nivel de ingresos. “Más allá de la división económica, observamos una mentalidad de “suma cero” en cuestiones ideológicas, donde el beneficio de aquellos con una visión política contraria causa un perjuicio al otro, poniendo en peligro la cohesión social” explica Lucía Carballeda, co-directora general de Edelman Spain.
Carballeda también explicó la falta de confianza hacia las instituciones. Ante esto, el activismo hostil surge como herramienta legítima para provocar cambios en la sociedad para 7 de cada 10 adultos jóvenes encuestados. Este concepto consiste en atacar a personas online, difundir desinformación intencionadamente, amenazar o cometer actos de violencia y dañar propiedades públicas o privadas.
Trust Barometer 2025 de Edelman revela un descenso generalizado de la confianza en las instituciones en España, revirtiendo la tendencia ascendente registrada el año anterior. A pesar de esta caída, el 53% de los usuarios se abrazan a las empresas como la institución en la que más confían, aunque también ha sufrido un descenso de confianza de tres puntos respecto al año anterior. No obstante, los medios de comunicación no experimentan un descenso, pero su nivel de confianza no deja de ser bajo.
El estudio también especifica que los empleadores han registrado una caída de seis puntos. Sin embargo, los sectores empresariales lograron incrementar su confianza en España. El sector salud obtuvo la mejor calificación con 77 puntos, seguido de alimentación y bebidas, así como el hostelero y el tecnológico con 74 puntos.
Retos de cada institución para recuperar la confianza
En este contexto, el informe subraya que las empresas deben asumir un papel clave en la reconstrucción de la confianza. Casi el 90% de la ciudadanía -independientemente del nivel de descontento- espera de estas que ofrezcan empleos bien remunerados y proporcionen formación para el futuro. Los CEOs están legitimados para abordar problemas sociales si estos perjudican a sus clientes, empleados o comunidades, con una diferencia de 11 puntos entre quienes tienen un descontento bajo (73%) frente a quienes tienen un descontento alto (62%).
Mientras tanto, los líderes gubernamentales se ganan el respeto a su autoridad cuando tienen un impacto positivo en la vida de los ciudadanos (aunque esta probabilidad de ganarse el respeto es 14 puntos menor entre las personas con un descontento alto), y cuando comprenden lo que ‘personas como yo’ necesitan y desean.
Asimismo, a los medios de comunicación se les pide que hagan honor a la verdad, con un 80% de personas con descontento alto opinando que los medios prefieren atraer a las audiencias o respaldar una ideología en lugar de informar. De esta manera, empresas, gobierno, medios y ONG enfrentan el desafío de actuar de manera más transparente y equitativa para revertir la tendencia de desconfianza y responder a las expectativas de la sociedad.
«Las empresas se enfrentan a reacciones negativas de quienes se oponen a su papel como catalizadoras del cambio social», explica Pelayo Alonso, co-director general de Edelman Spain, y añade: «Cambiar el sentimiento de descontento de toda la sociedad requerirá un esfuerzo conjunto entre instituciones para abordar temas como la integridad de la información, la estabilidad económica, la sostenibilidad y el futuro de la IA».