El Club de la Excelencia es una iniciativa creada por siete agencias de eventos: Día D, Global Events ID, Mac Guffin, Quum, Sorensen, Staff Eventos y Wow. Este grupo abarca en su conjunto una facturación entre los sesenta y setenta millones de euros y representa a 229 empleados del sector de los eventos.
“Una de nuestras primeras misiones es crear un Código de Conducta que permita favorecer ciertas prácticas profesionales como la competencia leal, el respeto entre los miembros y la información de las presentaciones a concursos. Es decir, la creación de pautas de comportamiento profesional que redunden en una mejora, tanto para sus clientes como para las agencias”, explica Fermín Pérez, uno de los miembros fundadores del Club y presidente de Global Events ID.
Las siete empresas, que cuentan con una experiencia media de trece años en el mercado, afirman que, dada la pérdida de eficacia de la publicidad convencional y la fragmentación de las audiencias, el sector de los eventos crecerá en los próximos años hasta a niveles similares a los de Estados Unidos. De hecho los estudios realizados constatan que el presupuesto destinado a esta disciplina en España se sitúa en torno al 20% de la partida de marketing.
Este crecimiento y la escasez de profesionales maduros, puesto que los profesionales más experimentados comenzaron a trabajar en los años 80, han hecho que surjan multitud de empresas de dudosa profesionalidad.
En este sentido, el Club va a participar en seminarios y cursos con el fin de impartir formación especializada. Además, como indica Mercé Hostench, socia directora de Wow, con esta institución se pretende evitar el intrusismo y que “cuando un anunciante quiera organizar un concurso exista una base donde elegir”.
El Club también busca posicionarse como “importadores y exportadores de tendencias” a través de la interrelación con otros organismos internacionales.
El Club de la Excelencia está abierto a nuevos miembros siempre que cumplan una serie de condiciones, como que muestren su voluntad de compromiso con el futuro código de conducta, que tengan vocación de continuidad en el tiempo, experiencia y solvencia y que presenten el aval de dos agencias asociadas.
“Es un ejercicio de transparencia por la competencia leal”, concluye Pérez.
