El grupo japonés de cosmética Shiseido ha elegido la Gran Vía madrileña para desplegar una lona antipolución capaz de desintegrar el CO2 y reducir la contaminación de la ciudad como lo harían 1.000 árboles.
La tela publicitaria tiene una superficie de 1.000 metros cuadrados y está impregnada de dióxido de titanio, un producto que ya está siendo empleado por la NASA y que genera fotocatálisis, un proceso muy similar a la fotosíntesis que realizan de forma natural las plantas. El CO2, principal gas causante del calentamiento global, queda descompuesto en sus distintas moléculas cuando entra en contacto con el dióxido de titanio en presencia de luz, aire y humedad. El resultado es la eliminación de hasta en un 85% de los gases del efecto invernadero como el metano y NOx.
Esta acción publicitaria, cuyo desarrollo ha sido encargado a la agencia Tango, promociona Ultimune, el último lanzamiento de Shiseido, y se enmarca dentro de la filosofía de Responsabilidad Social Corporativa del Grupo Shiseido en materia de medioambiente, que cuenta con un amplio programa de medidas para la reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera. Es la primera vez que se lleva a cabo en Europa tras algunos proyectos piloto en Tokio y Nueva York,
La vida útil del dióxido de titanio es de cinco años, lo cual es una gran mejora frente a otro tipo de tecnologías precedentes cuya duración era mucho menor. Este sistema para mejorar la calidad del aire llega a Europa tras haberse implantado con éxito en América (Nueva York) y Asia (Japón).
El Ayuntamiento de Madrid ha realizado en los últimos años diversas acciones con dióxido de titanio con el objetivo de reducir la alta tasa de contaminación de la urbe.