2025 va a ser un año apasionante, en el que la tecnología, la empatía y la ética serán clave para que las marcas-laboratorios interactúen con los pacientes y los profesionales. Así que aquí van mis cino tips sobre los que creo que se hablará durante los próximos 12 meses.
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Hiper-personalización impulsada por IA: el fin de las campañas genéricas
La IA no es solo una palabra de moda; es la columna vertebral de las estrategias de marketing de nueva generación. En 2025, las herramientas impulsadas por IA dominarán las campañas de salud al ofrecer contenido hiper-personalizado que resuene con las necesidades individuales. Piensa en agentes (palabra que empezaremos a usar durante este año y que viene a ser una inteligencia puesta a nuestra disposición) dinámicos que brinden asesoramiento sobre bienestar en tiempo real o en algoritmos que personalicen campañas de correo electrónico basadas en el comportamiento del paciente y su historial médico.
Esto significa que podremos aprovechar la analítica predictiva para segmentar audiencias con precisión quirúrgica. Imagina crear mensajes en video personalizados para diabéticos o mandar mensajes personalizados de bienestar para entusiastas del fitness, todo de forma automatizada pero profundamente humana. ¿El resultado? Mayor compromiso del paciente, tasas de conversión más altas y una lealtad de marca más sólida.
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Lo real Vs Lo artificial
Vivimos saturados de información falsa sobre salud y la confianza es la mayor ventaja competitiva. En pharma es fundamental que los datos y la información tengan un rigor científico por eso, colaborar con profesionales sanitarios (HCPs) como influencers para co-crear contenido o destacar historias de éxito de pacientes que combinen emoción y evidencia será clave.
El contenido generado por usuarios (UGC) también florecerá en el sector pharma: testimonios de pacientes reales o tomas de control de Instagram por enfermeros pueden humanizar la marca y enfatizar la autenticidad. Al construir credibilidad y eliminar el ruido informativo, se fortalecerán las conexiones con la audiencia.
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Contenido inmersivo: la RA y la RV llevan al paciente a nuevas dimensiones
El video no solo sigue siendo el rey, está evolucionando hacia un imperio inmersivo. En 2025, la Realidad Aumentada (RA) y la Realidad Virtual (RV) serán clave para crear experiencias inolvidables. Imagina una visita virtual para demostrar el funcionamiento de un dispositivo médico o una aplicación de RA que visualice los resultados de un tratamiento estético. ¡Wow! Imagina que antes de operarte de algo, te enseñan la operación según los patrones de tu propio cuerpo. ¡¡¡Woooooow!!!
Estas herramientas no son solo innovaciones llamativas; son poderosas formas de involucrar a la audiencia. Los videos en 360 grados pueden simular un día en la vida de un cirujano o los módulos de RV pueden utilizarse para capacitar a profesionales sanitarios. Este tipo de contenido no solo educa, sino que también posiciona a la marca como innovadora, generando conexiones emocionales más fuertes y un mayor retorno de inversión (ROI).
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Dominio omnicanal
Los pacientes de hoy alternan entre consultas en TikTok, apps de seguros médicos, aplicaciones de telemedicina y consejos de bienestar activados por voz. 2025 nos plantea un nuevo terreno de juego donde las estrategias omnicanalidad podrán proporcionar narrativas en múltiples plataformas: redes sociales, chatbots, podcasts e incluso televisión conectada.
La clave del éxito: mapear el recorrido del paciente para identificar los puntos de contacto clave. Por ejemplo, una campaña de concienciación sobre la diabetes podría lanzarse en Instagram Stories, reforzarse con boletines informativos por correo electrónico y complementarse con recordatorios en Alexa. El análisis de datos permitirá rastrear el comportamiento de los usuarios entre canales y optimizar las estrategias en tiempo real.
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IA ética
A medida que la IA transforma el marketing en salud, los riesgos éticos aumentan. Las preocupaciones sobre la privacidad y el mal uso de los datos pueden poner en peligro no solo las campañas sino la salud de los propios pacientes. Convertir la ética en una propuesta de valor diferencial será esencial. Promocionar el compromiso con la privacidad en las campañas o lanzar iniciativas de transparencia que expliquen cómo los datos mejoran la atención sin comprometer la seguridad generará confianza. La confianza se gana; no vale la pena ponerla en juego solo por beneficios a corto plazo.
¡IAchús!
2025 será todo un desafío para el sector salud en el que tendremos el reto de saber combinar las nuevas tecnologías con una empatía inquebrantable. La IA, el contenido inmersivo y las estrategias omnicanal ofrecen un potencial inmenso, pero su éxito dependerá de la confianza, la ética y las narrativas centradas en los pacientes.
Si tu próxima campaña prioriza el bienestar del paciente, no solo estarás haciendo marketing, sino generando un impacto real. Y eso cura todos los males.