La clausura de Meta ya es una realidad en Rusia. El 21 de marzo, el Tribunal del Distrito Tverskói de Moscú ha prohibido la actividad de las redes sociales Facebook e Instagram en territorio ruso por supuestas “actividades extremistas”. El fiscal ha argumentado que las políticas de la compañía estaban dirigidas contra el pueblo ruso y su ejército.
La jueza Olga Solopova, de la referida Corte, acogió la moción que presentó el Servicio de Seguridad Federal de Rusia (FSB) para prohibir de manera inmediata ambas redes. En su argumentación, la fiscalía ha alegado la necesidad de “proteger los derechos de los rusos”, después de que Meta permitiera la publicación de “llamamientos contra los ciudadanos del país”, a raíz de la “operación militar especial” lanzada por el Kremlin en Ucrania.
La prohibición no afectará al servicio de mensajería de Meta, WhatsApp, centrándose solo en Facebook e Instagram.
Respuesta de Meta
Ante este anuncio, un abogado de la compañía norteamericana ha indicado que el tribunal ruso no tiene autoridad para dictaminar en el caso porque Meta es una empresa extranjera sin presencia nacional, “registramos una moción para poner fin a los procedimientos. Consideramos que la corte no tiene la competencia para considerar este caso”.
No es el primer movimiento prohibitivo. Rusia ha buscado cada vez nuevas formas de controlar el acceso a la información desde su entrada en Ucrania a principios de mes, siendo aprobada una nueva ley que castiga la publicación de lo que las “autoridades consideran noticias falsas” con hasta 15 años de cárcel. La etiqueta “extremista” culmina un año de creciente presión sobre las empresas tecnológicas de Estados Unidos.