Aunque Zoom y otras herramientas fueron indispensables en la pandemia, un estudio sugiere que una enorme dependencia hacia la tecnología afecta al pensamiento creativo. Se ha detectado que las reuniones presenciales, en comparación con las videoconferencias, producen más ideas.
«Es muy importante contar con varias ideas creativas, y tener una mayor cantidad de ellas aumentará la probabilidad de éxito», comenta Melanie Brucks, profesora adjunta de marketing en la Universidad de Columbia. Brucks, junto a Jonathan Levav, profesor de marketing en la Universidad de Stanford, trabajaron en una investigación previa a la pandemia, cuando los directivos comentaron que tenían problemas para innovar con los trabajadores a distancia.
Según fuentes consultadas, Brucks se mostraba escéptica ante las posibilidades de que las videoconferencias fuesen un factor a tener en cuenta, intuyendo que las dificultades para coordinar grandes equipos en línea podrían tener algo de culpa ante una sequía de ideas. Para confirmar esta sospecha, los investigadores reclutaron a más de 600 voluntarios que abordasen una tarea creativa, tanto a distancia como de forma presencial.
Presencialidad: amiga de la creatividad
Los participantes, en parejas, tenían cinco minutos para idear usos creativos para un frisbee o un plástico de burbujas, y un minuto para seleccionar la mejor idea. Los jueces determinaron que convertir el frisbee en un plato era menos creativo que emplearlo para derribar fruta de un árbol, mientras que usar plástico de burbujas para enviar mensajes en código morse era más creativo que emplearlo para proteger a un bebé. En general, los que trabajaron a distancia tuvieron un 20% menos de ideas que durante las reuniones cara a cara.
No es el único estudio de campo en el que se produjo el mismo resultado. En otra investigación, se analizaron ideas para nuevos productos generadas por 1.490 ingenieros de una multinacional. Los ingenieros, repartidos entre Finlandia, India, Israel, Hungría y Portugal, fueron emparejados aleatoriamente y se les dio una hora para llevar a cabo una lluvia de idea sobre productos, ya fuera en persona o a través de videoconferencia.
Los investigadores publicaron en Nature que se produjeron más ideas e innovaciones al trabajar cara a cara. «Generaron más ideas creativas y, además, su mejor idea era mejor», comparte Brucks. Los equipos a distancia fueron tan buenos en la selección de las mejores ideas de un grupo como los que se reunieron en persona.
Otros experimentos realizados también revelaron una relación entre una mayor creatividad y la cantidad de personas que miraban alrededor de la sala y se fijan en objetos inusuales. «La concentración visual es un componente enorme de la concentración cognitiva. Cuando uno se concentra en la pantalla y filtra el resto del entorno, se traslada a la forma de abordar la tarea», afirma Brucks. «La gente se centra en la pantalla y en la cara de la persona, limitando el pensamiento creativo e inhibe una exploración más amplia».