Desde hace tiempo, nuestro sistema económico, cada vez más globalizado, viene poniendo entre la espada y la pared a los pequeños comerciantes que deben renovarse o morir ante las agresivas estrategias de los gigantes de la distribución. Pero es ahora, y siempre, según el estudio, cuando los minoristas parecen estar preparados para dar el paso. Aunque los expertos advierten de que la escasa confianza que sigue reinando en el sector frena su competitividad, el optimismo comienza a despuntar entre el pequeño comercio, que debe activar los métodos adecuados.
Parece que, por fin, ha llegado el momento en el que el pequeño comercio puede hacer frente a la gran distribución, aunque necesita aún comprender y conocer las herramientas de las que dispone. Sin duda, este sector debería potenciar aquellos aspectos en los que flaquean las grandes superficies y centrar su desarrollo en la especialización, la cercanía y la atención al cliente. Por tanto, la clave para su despegue será una mayor inversión en estrategias de marketing y comunicación, apostando por las muchas herramientas de las que dispone, y que otros ya han sabido utilizar, como por ejemplo, la franquicia. Por eso, señores profesionales del marketing y la comunicación, veamos en el pequeño comercio un nuevo nicho de mercado que explotar y no nos dejemos amedrentar por la globalización, ya que donde hay comercio, hay vida.
Rafael Muñiz es director general de RMG (www.rmg.es), empresa especializada en marketing
y ventas inteligentes, y profesor de Marketing de CEF.