A pesar de haber quedado eclipsada por la inteligencia artificial (IA), la nube continúa siendo una tecnología básica para el desarrollo de otras más novedosas que prometen revolucionar el sector del Entretenimiento.
Así ocurre con la realidad virtual y su capacidad para llevar a los espectadores a la primera línea de un evento deportivo, ya sea un partido de fútbol, un combate de lucha libre o un partido de la NBA. “La realidad virtual, cuando está bien hecha, te lleva a otro lugar”, aseguró Víctor García, cofundador y CPO de YBVR, durante AWS Madrid Summit, celebrado el pasado 5 de junio en IFEMA.
La capacidad de transportarse a otros escenarios la imaginaron, en su caso, para aplicarla en el ámbito de los eventos deportivos, de ir “a la primera fila”, mejorando la experiencia actual de visionado que ofrece la televisión. La firma tecnológica ya ha aplicado la realidad virtual en las retransmisiones de Wimbledon o en los partidos de Sacramento King en la NBA y en la lucha libre mexicana (UFC) a través de la aplicación Stadium, disponible en Estados Unidos.
“Sin la nube, no podría existir YBVR porque requiere un streaming de calidad muy alta”, enfatizó García. “Se necesita mucha información para esa retransmisión virtual”, además de una baja latencia. De ahí que la compañía haya estado probando la solución aportada por el proyecto Wavelength en el que participan Amazon Web Services (AWS), Telefónica Tech y Altostratus, firma de Telefónica dedicada a proyectos de transformación digital.
Este proyecto, presentado en 2023, permite a los desarrolladores poder combinar los servicios en el borde de AWS (edge computing) con los servicios especializados de calidad bajo demanda (QoD) de Telefónica para crear aplicaciones sensibles a requisitos de red, como la realidad virtual, la producción de eventos en directo o aplicaciones de IA y aprendizaje automático que se ejecuten en el borde de la red.
Gracias a estas pruebas, el producto de YBVR ha podido seguir desarrollándose en nuestro país, pudiendo convertirse en realidad muy pronto, tal y como ha adelantado García. “Esto es un proyecto piloto en España, pero ya no lo es en Estados Unidos. Es una realidad”, ha expresado.
AWS Madrid Summit
IFEMA ha acogido una nueva edición de AWS Madrid Summit, congreso que reúne cada año las últimas tendencias en el mundo de la tecnología cloud. Este año han tenido lugar más de 100 sesiones técnicas, charlas y actividades inmersivas de la mano de grandes empresas, pymes y startups, socios colaboradores e instituciones públicas.
La IA generativa ha protagonizado parte de las ponencias y los trabajos presentados durante el evento. Una tecnología que, tal y como ha recordado Deepak Singh, vicepresidente de Next Generation Developer Experience de AWS, puede contribuir a reinventar la experiencia de cliente y transformar la manera en la que se crean productos y servicios.
Algo que ya están empleando organizaciones de todo tipo y tamaño, de acuerdo con Suzana Curic, country lead de AWS en Iberia. “Pero para poder desbloquear el potencial completo de esta tecnología, es necesario fomentar la innovación y el establecimiento de un marco regulatorio, así como la democratización del acceso de la IA para todo tipo de organizaciones y personas, y la colaboración de empresas privadas e instituciones públicas para ayudar a reducir la brecha en habilidades digitales”, ha indicado.
Los asistentes al evento han tenido además la oportunidad de profundizar en el mundo de la tecnología y descubrir las últimas tendencias y aplicaciones en el campo de la IA y el aprendizaje automático (ML) en sectores como el de energía, el entretenimiento, la banca, la automoción o la salud, entre otros.
Entre algunas de las demos innovadoras que se han presentado, se encuentran: sistemas de avatares digitales y hologramas que -a través de ML- generan imágenes personalizadas para tiendas de retail o eventos corporativos, simulaciones dinámicas con drones para la gestión de inventario en naves logísticas, brazos mecánicos manejables de remota para su aplicación en entornos críticos o peligrosos (minería, química, militar, aeroespacial); o incluso cascos de seguridad inteligentes capaces de monitorizar la actividad cerebral de forma no invasiva, conectado a una plataforma que trabaja con IoT (internet de las cosas) e IA, capaz de predecir y reaccionar ante situaciones de riesgo.