El asunto se ha saldado con la expulsión de la cadena episcopal de la AIMC, por amplia mayoría de votos, y con la aprobación de la difusión de los datos de la primera ola del EGM correspondiente a 2006.
La expulsión de la Cope se veía venir, tal y como se ha producido esta increíble historia, debido a las graves infracciones cometidas por esta cadena contra la línea de flotación del propio EGM. Lo cual significa que sus datos de audiencia ya no se publicarán en las próximas oleadas del estudio.
El envite ha sido duro y uno no entiende muy bien, incluso poniéndose en una postura más o menos esencialista, a qué demonios responde la acción realizada por algunos periodistas de la cadena socapa de un periodismo de investigación que no se sostiene y que puede entrar en lo ilícito.
Una cosa es que en un momento determinado, visceralmente, se tire contra el EGM, con razón o sin ella, porque los resultados de cualquier estudio