La producción tradicional está experimentando una profunda transformación con la llegada de la producción virtual. Este enfoque revolucionario combina técnicas de producción física tradicionales con herramientas digitales para crear contenido audiovisual increíblemente realista. A diferencia de las producciones físicas convencionales, que pueden ser costosas e impredecibles, la producción virtual ofrece numerosas ventajas en términos de creatividad, costes, velocidad, coherencia de marca e impacto medioambiental y social.
La producción virtual utiliza elementos tradicionales como actores, vestuario y accesorios, pero en lugar de construir múltiples sets o enfrentarse a condiciones climáticas adversas, se trabaja en un estudio especialmente diseñado para este propósito, donde una pantalla LED nos muestra el entorno.
Gracias al software proveniente de la industria del gaming, podemos rodar a nuestros actores contra fondos virtuales que reaccionan a los movimientos de la cámara dando una increíble sensación de realidad. La capacidad de construir y modificar múltiples entornos virtuales en un solo día abre un abanico ilimitado de posibilidades narrativas para cualquier marca. Rodar a un celebrity paseando por Roma, firmando autógrafos en un clásico restaurante madrileño, calzándose los esquís en la cola del telesilla y paseando por la luna ya se puede rodar todo en un solo día. Y, obviamente, todo con la misma luz si el guion lo requiere.
Sin embargo, este enfoque implica cambios en la forma de abordar los proyectos: la postproducción comienza en la preproducción; todos los fondos se deben aprobar en PPM. En este tipo de rodajes, el equipo de postproducción y los creadores de los entornos 3D deben involucrarse desde el inicio del proyecto y mantener un diálogo constante y fluido con todos los departamentos; en especial con el departamento de arte. Una perfecta unión entre nuestro mundo real (SET) y el entorno virtual (LED) es imprescindible para ganar sensación de realidad. La producción virtual nos permite visionar en todo momento el plano final. Los efectos visuales se realizan en cámara (ICVFX); ya no tenemos que esperar interminables timings de postproducción para ver nuestro plano acabado.
El resultado es un contenido más rápido, eficiente y sostenible que nunca, con creatividades libres de cualquier limitación.
Beneficios
El primer beneficio es la creatividad ilimitada que ofrecen. Al emplear tecnologías avanzadas, estas producciones permiten explorar un mundo de posibilidades sin las restricciones físicas que podrían existir en un entorno tradicional. Los creadores tienen la libertad de dar vida a su visión sin preocuparse por las limitaciones de localizaciones, escenografías o condiciones climáticas.
El segundo beneficio es la coherencia de marca. Con la producción virtual, no solo se sabe exactamente el producto final que obtendremos durante el rodaje, sino que también se ofrece un control creativo completo a las marcas. Esto les permite desarrollar activos de fondo repetibles y escalables, que pueden adaptarse y reutilizarse en diferentes mercados, garantizando una coherencia sólida y una identidad de marca bien definida y reconocible.
El tercer beneficio es el impacto ambiental y social. La producción virtual ofrece la posibilidad de reducir la huella de carbono al evitar los viajes aéreos, el transporte de equipos, las múltiples ubicaciones y otros costes energéticos asociados. En ciertos casos, que hemos testado en Craft, la producción virtual puede implicar un ahorro hasta del 80% de CO2. Vivimos tiempos en los que esta cifra es mucho más que una cifra. La producción del futuro será sostenible o no será.
La producción virtual ofrece beneficios significativos en términos de coste, velocidad, coherencia de marca e impacto ambiental y social. A medida que avanzamos hacia un mundo más digital y sostenible, la producción virtual se está convirtiendo en una herramienta esencial para contar historias increíbles de manera eficiente y eficaz, que además multiplican nuestras capacidades narrativas de forma exponencial rompiendo las barreras de lo que es posible.
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