Mientras que la revista Maxim ha colocado una lona gigante de 22 x 34 metros en pleno desierto de Nevada para conmemorar su número 100, o la cadena de supermercados Target hace lo propio en la azotea de un edificio de Chicago con anuncios que sólo pueden verse o desde el aire o desde el ordenador, la marca Porcelanosa alquilará el Queen Mary II, el mayor trasatlántico del mundo, para realizar un viaje con 2.600 clientes, arquitectos, diseñadores y famosos que cruzarán el Atlántico en siete días hasta llegar a Nueva York. Es la primera vez que una empresa fleta este barco sólo para sus clientes.
El enorme evento está previsto para la primavera del próximo año. Porcelanosa ya ha realizado algunos eventos de gran repercusión entre los famosos y públicos de alta categoría, incluida una cena ofrecida por el propio Príncipe de Gales en Inglaterra. Según un diario económico, teniendo en cuenta un precio por pasajero de entre 2.500 y 8.000 euros, así como otros gastos suplementarios, el presupuesto de la acción podría elevarse a más de 10 millones de euros, cifra que parece algo exagerada teniendo en cuenta que multiplica la inversión publicitaria de la marca en medios convencionales controlados por Infoadex.