¿Por los estudios? Como el valor de los soldaditos en la antigua mili, se le supone, y lejos de ser un valor por el que pagar, si bajan la calidad, se pierde la cuenta. ¿Por la valía de los expertos del equipo? Las personas van y vienen sin grandes traumas, así que tampoco, que los acuerdos son entre compañías y no entre personas.
Los anunciantes se han encontrado con un coro de aduladores que les van regalando estudios, trabajos y servicios de alto valor sobre los que no reciben ninguna factura, pero lejos de preguntarse de dónde sale el dinero para tanto gasto, se adormecen en el humo de la adulación sin pensar que existe una factura y que esa factura la pagan los medios con el dinero que les llega de las agencias en las condiciones y términos adecuados.
¿Son esos términos y condiciones los que más convienen a los intereses de los anunciantes? Otra pregunta en busca de respuesta.