Los españoles tienen este año cuatro citas con las urnas: elecciones andaluzas en marzo, autonómicas y municipales en mayo, catalanas en septiembre y generales a final de año. Con la fidelidad de voto seriamente erosionada, la batalla se va a librar en los medios más que nunca, particularmente en la televisión. Política prime time.
Fruto de esa indecisión, los votantes buscarán una cierta identificación afectiva con el candidato. Por ello, todo político que aspire a obtener unos buenos resultados electorales debe conocer y dominar los códigos de la televisión.
Los expertos ya hablan Política prime time y es que los políticos españoles ya han aprendido que estar en una tertulia televisiva el sábado por la noche o aparecer en un programa de humor en horario de máxima audiencia son mucho más eficaces que los mítines o los discursos en una comisión.
El plató de televisión es crucial y como consecuencia, la política y las campañas se personalizan cada vez más. Dependiendo del contexto social y político, el peso de la marca partido puede beneficiar o perjudicar al candidato. Por tanto, en estas elecciones primarán las campañas basadas en el candidato más que en el mensaje partidista, señalan desde Mas Consulting Trends.
El humor como herramienta de comunicación política
Las redes sociales generan una conversación permanente donde la política suele estar a menudo entre los temas más comentados. Un mensaje atractivo publicado en un muro de Facebook o difundido en un grupo de WhatsApp tendrá un fuerte impacto.
La comunicación política se beneficia del poder viralizador de las redes sociales. Pero ese poder tiene también un gran riesgo que el político debe asumir e intentar controlar.
Los mensajes políticos, una vez en las redes, dejan de pertenecerles y son reinterpretados y compartidos por los activistas y por los usuarios en general. Un terreno en el que el humor y la ironía campan por sus fueros. Para bien y para mal.
El humor es una herramienta de comunicación política muy poco explotada en España. Un buen chiste en el momento idóneo puede ser letal para un candidato. Por ello, cualquier equipo de campaña debería tener trazada una estructura bien coordinada para activar y monitorizar contenidos en las redes sociales.