A estas alturas son ya muchas las compañías que han comprobado que las redes sociales no fueron creadas para vender. No fueron hechas con ese fin pero, bien manejadas, pueden ser muy rentables para la imagen de una marca. Alguna, incluso, puede llegar a utilizarlas como herramienta de venta. Pero se pueden contar con los dedos de una mano (quizás Telepizza sea una de esas pocas afortunadas).
En este contexto, en el que los anunciantes se preguntan como rentabilizar monetariamente sus inversiones en social media, surge The Fancy (www.thefancy.com), que para los expertos supone una mutación o salto evolutivo que representa la fusión entre red social y e-commerce. La propuesta ha atraído a inversores como Bob Pittman (MTV), Maynard Webb (Ebay) o Jack Dorsey (Twitter).
The Fancy funciona de un modo opuesto al de Groupon, Planeo y este tipo de compañías. En esta red no son las marcas las que lanzan las ofertas, sino que los usuarios son los que crean demandas de un determinado producto o servicio y reciben la respuesta de las compañías en forma de ofertas en abierta competencia.