Esto ha llegado a tal extremo que, un reciente concurso adjudicado a una empresa que devolvía un porcentaje del presupuesto manejado (es decir, una empresa que pagaba por hacer un trabajo que normalmente se supone que debería ser remunerado) ha sido impugnado porque el convocante había dicho que no aceptaban ofertas con comisión negativa. O lo que es lo mismo: había más empresas dispuestas a ofrecer comisiones negativas.
RESUMEN. El trabajo de las agencias de medios no tiene valor, se puede regalar y es más: se da dinero por tener el privilegio de compartir esfuerzos, ilusiones y sudores con el Excmo. Sr. Cliente cuya vida guarde Dios muchos años.
Los convocantes se creen que los pajaritos maman y que la agencia trabaja gratis, propone la estrategia más adecuada a los intereses del cliente y que eso de ganar dinero no tiene nada que ver con sus objetivos.
Este mercado se merece algo parecido a lo que recibieron Sodoma y Gomorra y más o menos por las mismas causas; salvo que todo lo que he comentado sea mentira, me lo hayan contado mal o que los señores anunciantes estén pagando religiosamente ese 4% o 5% de comisión que cuesta llevar sus medios y tener el inmenso privilegio de compartir sus neurosis y tragedias cotidianas.