En 1975 se fundaron tanto la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) y el Instituto Nacional de Consumo, ahora integrado en la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) y dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
Durante el acto de conmemoración, Alfonso Alonso, ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad hizo referencia a los nuevos retos a los que se enfrentan los ciudadanos, las asociaciones de consumidores y las administraciones públicas, por la influencia de las tecnologías y la aparición de nuevos hábitos, como comprar por Internet, algo que han hecho casi 13 millones de españoles en los últimos 12 meses.
En sus inicios, la prioridad de las políticas de consumo se centraba en garantizar la defensa de los consumidores y usuarios, sobre todo en cuanto a la seguridad y la salud, teniendo que hacer frente a importantes crisis alimentarias. En estos últimos años el foco se ha desplazado en función de las nuevas necesidades y ahora es proteger los intereses económicos de los consumidores, sin olvidar la seguridad y la salud.
Por otro lado, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha concedido subvenciones por valor de 2,3 millones de euros en 2015 para fomentar el movimiento asociativo de consumidores y mejorar su acceso a la información.
Estas ayudas, que fueron convocadas en mayo por la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), han financiado 8 programas de fomento de la actividad asociativa y 19 programas específicos dirigidos a mejorar la formación de los consumidores en temas como los servicios de intermediación de préstamos, la resolución extrajudicial de conflictos o la falsificación de productos y piratería.
