“Ŝocialphilia es, en lo personal, la libertad absoluta para llevar a cabo un sueño, y en lo profesional es colaborar y aportar en parte de cambio que necesita el sector”, declara Gaby Castellano, fundadora y CEO de la nueva agencias.
En este sentido, Castellanos se muestra crítica con un sector que se ha ido saturando y desvalorizando en los dos últimos años, en un revival de lo acontecido entre 2001 y 2002 con la caída de las puntocom en España. “En aquella época, los directivos de las agencia interactivas nos cargamos el sector al desvalorizar nuestro trabajo, cobrando por los medios y regalando la creatividad. Ahora es peor: las agencias, con tal de ganar clientes, regalan la estrategia y la creatividad y están metidas en una guerra de precios donde gana la que más becarios tienen y el que ofrece su trabajo más barato… Por eso las marcas no valoran nuestro trabajo y nos ofrecen presupuestos ridículos para un trabajo de 24×7. Ya es hora de que esto cambie”, se queja.
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El concepto, acuñado por la propia Castellanos, quiere ser una respuesta a la situación actual. “Todo lo que dar es lo que recibes. Es la vieja ley de acción y reacción aplicada a un entorno donde el todopoderoso Google no pasa nada por alto y castiga o premia cada una de tus acciones. Los consumidores tampoco perdonan”.
Fede Kina y Ceci Vallini completan el trío fundador de Ŝocialphilia (www.socialphilia.com). Kina, head of strategy de la agencia, era director de estrategia y medios en SrBurns para anunciantes como Lexus, Disney y Diageo, entre otros. En su opinión, “es hora de comenzar a hablar de RPF (revenue por fan) en lugar de CPF (coste por fan), de valor económico que generan los entornos sociales con una estrategia que incremente el earned media y de impactar directamente en las ventas”.
Por su parte, Ceci Vallini, también procedente de SrBurns, ocupa el puesto de head of engagement planning. “Crear comunidades y hacer que amen nuestras marcas es algo ya superado, el próximo paso es conseguir un compromiso por parte de ellos. El verdadero valor de un fan o follower es ese compromiso. Es decir, que además de seguir y amar a las marcas, compren definitivamente y recomienden sus productos.