No es habitual leer en las noticias sobre tecnología que los ciudadanos se sienten acosados por los avances tecnológicos. Sin embargo, así es. Los últimos datos de la investigación Connected Life de Kantar TNS hablan de una creciente desconfianza ante la hiperconexión. En los países desarrollados, como España, el 53% de los consumidores sospecha de los dispositivos que monitorizan su actividad, aunque estos les faciliten su día a día.
El estudio, en el que han participado 70.000 individuos de 56 países, ha detectado una serie de tendencias importantes que hablan de un recelo que va tomando cuerpo en una realidad dominada por la post-verdad. Las personas son cada vez más conscientes del precio que están pagando por tener un estilo de vida conectado y en el caso de los españoles, hasta un 61% de los entrevistados (20 puntos por encima de la media global) manifiesta su preocupación por la cantidad de datos personales que las empresas acumulan sobre ellos. Y solo el 21% de los internautas se fía de las grandes marcas globales.
De hecho, parece que la conectividad que las marcas han tratado de establecer con los consumidores (ya sea a través de nuevas tecnologías, compartiendo contenido o tratando de impactarles a través del uso de la información personal que disponen de ellos) ha erosionado la relación. Solamente en los países emergente se produce un vínculo sano entre consumidores con las marcas. Según interpreta Alberto Relaño, responsable de Connected Life en España, «los consumidores de países emergentes confían en la tecnología y las redes sociales porque experimentan los efectos positivos de ambos en sus vidas, y cuando se trata de datos, todavía tienen expectativas de recibir cierto tipo de recompensas tangibles a cambio de su información personal».
En línea con dichas inquietudes, sigue aumenta el número de individuos que están primando la privacidad sobre la comodidad.
CONTENIDOS IRRELEVANTES Y FAKE NEWS
Un jarro de agua fría para las marcas. Los contenidos que comparten en las redes son irrelevantes para uno de cada dos usuarios, al tiempo que pierde crédito todo lo publicado en Internet, debido a la proliferación de las noticias falsas (fake news). Así, el 53% de los internautas españoles considera que los contenidos que ven en medios sociales no son de confianza. Además, el 54% se muestra preocupado por el control que ejercen las redes sociales sobre los que los usuarios ven en sus feeds y muros.
Sobre otros desarrollos de los que se hacen eco las noticias sobre tecnología, como la Inteligencia Artificial, los españoles no se muestran demasiado entusiastas. Solo el 27% estaría dispuesto a interactuar con una máquina (como un chatbot) si esto redundase en una mayor rapidez en la respuesta, pero esta cifra es bastante inferior a la cifra mundial (39%).
Al mismo tiempo, se incrementa el número de españoles que sienten como la tecnología les distrae cada vez más e incluso les acosa. El 37% de los jóvenes de entre 16 y 24 años opina que depende demasiado de su móvil.
«NO QUIERO PAGAR CON EL MÓVIL»
El informe tampoco trae buenas noticias para el sector del ecommerce. El comercio electrónico continúa creciendo en todo el mundo, pero sigue habiendo mucha gente reacia a usarlo o que solo confía en uno o dos retailers. Lo mismo sucede con las nuevas tecnologías que, como los botones de compra y los pagos por móvil, facilitan aún más las transacciones ecommerce. Solo el 23% de los internautas españoles declara que le gustaría pagar todo usando su móvil y un 43% rechaza abiertamente esta forma de pago.
