No future, black future

Bajo a la calle y en mi quiosco de siempre compro mi periódico y mi pareja una revista de tendencias

Bajo a la calle y en mi quiosco de siempre compro mi periódico y mi pareja una revista de tendencias femeninas y nos vamos a tomar el aperitivo mientras ambos nos dedicamos a la lectura, nos hemos gastado algo más de 3 €. Cualquier mañana de día laboral hace no muchos años. Tengo en mi mesa mi diario de información general, mi diario de información económica y una o dos veces al mes una revista del sector, casi 100 € al mes. En la actualidad, el domingo me bajo mi IPAD y accedo a mi diario online, mi chica baja con su tablet y entra en sus sites favoritos mientras escucha Spotify y cuando acaba entra en su red social favorita o conversa con sus amigos, inversión 0 €.

No es un problema de costes, es un problema de posibilidades y sobre todo de cambio de cultura. Aún así, sigo consumiendo los contenidos que encuentro en mis sites de información útil o lúdica favoritos, es decir, sigo siendo un “cliente”, pero sigo pensando. Llego a casa y lo primero que hago es encender la televisión, mi sobrina al llegar a casa lo primero que hace es encender su ordenador y abrir su perfil en Facebook. Posteriormente ambos nos dedicamos a otras cosas que no son ver la televisión o navegar por la red social. La diferencia es que yo tengo 37 años y ella 25.

Ya es un hecho que este acto reflejo de encender la televisión para los más jóvenes se ha transformado en entrar en su red social favorita. Luego los datos me dicen que en Facebook se pasan una media de una hora y en Tuenti mas de hora y media (por decir dos casos) y la experiencia que toda acción dentro de una red social debe nacer y morir en la misma red social, ¡qué difícil es sacarlos! Además según el último estudio publicado en eMarketers el 75% de los medios de comunicación; prensa, radio, televisión… cuentan ya con un perfil o aplicación en alguna red social.

Si sumo este cambio “cultural” a los datos que comento podemos sacar una clara conclusión, en los próximos años iremos viendo una caída del consumo de sites de medios de comunicación y generalistas. Al fin y al cabo ese joven se hará adulto y habrá crecido con el habito de abrir su perfil de forma “automática” y ese adulto seguirá dedicando la casi totalidad de su consumo de Internet a una red social pues en ella podrá interactuar con su red de conocidos, acceder a su aplicación de IM, consultar la información temática de su interés yendo al perfil del que antes era su site de referencia o vinculando este al suyo, escuchar su radio online favorita…

Y si lo tiene todo dentro de su red social a un click de su perfil para qué salir de la red social y buscar site a site, aplicación a aplicación… Y si esto será así, que ocurrirá con los sites que ahora, en busca de nuevos usuarios potenciales y viralizar sus contenidos, están abriendo sus perfiles dentro de las redes sociales, tan sencillo como que irán perdiendo usuarios aunque intenten generarlos desde sus perfiles (recuerda, sacarlos de su navegación en su red social es muy complicado) y si pierden audiencia las marcas no planificaran sus sites en sus campañas de publicidad y que yo sepa una aplicación puede monetizarse pero un perfil, ¿cómo?, bueno, Facebook lo están intentando, no sé si lo conseguirá, y si no entra dinero de las campañas de publicidad ¿cómo podrán mantenerse estos sites?
En resumen, el Rey ha muerto viva el Rey, nos espera un futuro de buscadores, redes sociales y unos pocos sites con información temática y muy especializada.”