Los protagonistas son, acompañando a las clásicas siglas NH que definen el logotipo, el nuevo color azul suave, la renovación del conjunto de todas las piezas gráficas que conforman la imagen corporativa del grupo y la creación de nuevos formatos de comunicación dentro de los hoteles.
La nueva imagen del grupo está basada en los trazos hechos a mano, que se superponen a imágenes reales, y simbolizan la labor personal y cercana que caracteriza a la compañía. Así, cada pieza contribuye de forma personal a describir un nuevo tono de comunicación entre la empresa y sus clientes.
Esta evolución de la marca pretende ir más allá de la simple renovación gráfica de la compañía y se adentra de lleno en la gestión de la “experiencia del cliente” dentro de los hoteles. De esta forma, avanzando en los usos clásicos del sector hotelero respecto a los objetos y las acciones cotidianas, la televisión, el registro, los menús en los restaurantes y cafeterías, los mensajes de bienvenida o informativos, todo, hasta las propias llaves de las habitaciones o los posavasos, son ahora elementos que buscan la cercanía con las personas y que transmiten un deseo de agradar y de convertir la estancia de cada cliente en “una experiencia única”.
