Fue algo más que una entrega de premios. Luis Bassat, en conferencia amena y brillante, como todo lo de Luis, resumió en 20 minutos toda la historia de la comunicación comercial que se inicia a primeros del siglo pasado. Fue algo más que un cóctel y una cena. Se trataba de conmemorar los 80 años de la Asociación, que tiene su sede en Barcelona y a la que pertenecen editores de toda España.
Que una asociación como la APP alcance una vida larga y fructífera es toda una proeza. Ha convivido con toda clase de regímenes políticos que el hombre ha sido capaz de inventar, monarquía borbónica y parlamentaria, república, dictadura y todo tipo de democracia. Sus congresos tuvieron como presidentes de honor a reyes o presidentes de república. Superó el bache de la guerra civil del 36, fosa común de tantas asociaciones. Casi un milagro.
Un milagro de los colegas catalanes. Si no hubiera sido por ellos la asociación habría desaparecido como tantas otras. Pude comprobarlo de cerca en el periodo que me tocó presidirla (1976-79). De muy poco sirve la longevidad si no viene acompañada de la vitalidad y frescor como si se tratara de una doncella de 18 años.
Todo un ejemplo.
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