Ante el reto que supone desarrollar y administrar una vacuna para una enfermedad hasta ahora desconocida y cuya evolución ha originado una pandemia, las compañías farmacéuticas se han aliado con el objetivo de inmunizar a la población global contra la COVID-19. En España, el laboratorio madrileño Rovi y la firma gallega Biofabri forman parte del equipo de empresas con las que trabajan Moderna y Novavax.
Esta última se suma a la lista de farmacéuticas con las que la Unión Europea trabaja para poder adquirir y administrar la vacuna en el Viejo Continente. Las primeras conversaciones confirmadas por la Comisión Europea establecen la adquisición de 100 millones de dosis a la estadounidense, y una posible ampliación posterior de otros 100 millones.
Estas se sumarían a las 9.600 millones de dosis que el organismo europeo quiere suministrar a una población de más de 5.000 millones de personas. Una cifra que, tal y como ha recordado la propia institución, supera la capacidad de producción de las empresas farmacéuticas, de ahí que se hayan asociado a otros centros de producción a nivel global con el objetivo de satisfacer no solo la demanda de Europa, sino también la de otras regiones del mundo.
Así ha ocurrido con las estadounidenses Moderna y Novavax, que para el suministro en el Viejo Continente se han asociado con las españolas Rovi y Biofabri. Ambas, responsables de la fabricación de los viales.
Moderna, cuya vacuna se prevé que reciba la aprobación de la Agencia Europea del Medicamento y de la Comisión Europea el próximo 6 de enero, podría comenzar su distribución en el continente para el 20 de enero, según ha revelado recientemente María Jesús Lamas, directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.
Para ello, la compañía estadounidense se ha asociado con Lonza para producir el antígeno tanto en Estados Unidos como en Europa, y con Rovi para la formulación, el llenado y acabado de los viales que se distribuirán a nivel global. La empresa española aseguró a finales de año que comenzaría el proceso de producción en enero, una vez que Moderna haya obtenido la autorización pertinente.
En el caso de Novavax, la última compañía que podría sumarse a la lista de proveedores de la Unión Europea, la distribución de su vacuna se haría factible gracias al centro de producción que esta adquirió en República Checa.
La firma estadounidense también se ha asociado con otras empresas como Serum, Fujifilm y AGC en EE.UU, FBD en Reino Unido, SK Biosciencie en Corea del Sur; y con Polypeptide en Suecia. En España, la elegida ha sido la firma gallega Biofabri, que fabricará las vacunas en la planta que tienen en Pontevedra.